1. Me gusta que vean a mi esposa. "El paso de un novio morboso a un esposo voyerista" Un texto que me ayudaron a escribir. besos muaa


    Fecha: 30/09/2020, Categorías: Voyerismo Tus Relatos Autor: luciadelarosa, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... hora de llegada que acordó su mamá. 
    Pasaron los meses y la graduación de mi escuela sólo fue una entrega de diplomas y certificados en auditorio. Mi familia por condiciones que pone el “pinche dinero” no pudieron acompañarme. La mamá de Tere y sus dos hermanas me hicieron una cena en su casa. 
    Doña María es el nombre de mi suegra. Era un poquito más baja de estatura que Tere pero más alta que yo. Tenía un cuerpo de mujer madura impresionante, delgada, enfundado en un vestido suelto color verde, de una sola pieza, con florecitas blancas, sin ser nada ajustado a su cuerpo pero la tela hacia su trabajo. Tenía unas pinches nalgotas, enormes, más grandes que las de mi novia. Se paseaba con confianza frente a mi atendiéndome mientras a cada andar la tela se escondía un poco entre sus nalgotas. Sus pechos eran grandes pero no se veían como los de Tere. 
    Mis cuñadas son menores que mi esposa por un año. Se llaman Mayra (que tendría unos 15 años) andaba con unos pantalones color negro y una blusa blanca; Nora (de unos 16) vestía un vestido igual al de su mamá, todo de color rojo con pequeño escote: estaban buenotas. Eran altas, de la misma estatura que Tere. Un culote regordete como el de mi novia pero sus pechos no era tan grandes como los de Tere quien era la más exuberante de la casa. Ella traía un vestido negro, llegaba un poco debajo de las rodillas. Se le pegaba al cuerpo curvilíneo. Tenía un pequeño escote que se veía fantástico al dejar ver un poquito la separación de sus ...
    ... pechos apretados. Se veía bien sabrosa. Estaba encantado con ellas que eran muy atentas. Mi suegra me ofreció tequila, bebía solo.
     Un rato después llegó una prima de mi novia llamada Diana, una mujer de unos 30 años, un poco chaparrita pero más alta que yo y su esposo; el tío Luis. Se veía impactante. Parecía una diosa. Sus nalgas se veían enormes pero estaba como que levantadas, bien paraditas. Tenía un vestido bien ajustado de color rosa pegado a su cuerpo. Ese vestido mostraba un escote grande en forma de triángulo que deja ver unas tetas bien apretadas. Tacones del mismo color. Era bien buena gente. Andaba acompañada de unos “pinches” huercos, chiquillos, no llegaban a los quince años: Luisito y Chuyito. El tío Luis era como yo: gordo pero más chaparro. Era originario del centro de México.
     La señora Diana llegó y me abrazó fuerte, pegando sus tetotas a mi pecho. El señor me saludó igual y sus hijos también. Eran muy afectuosos. El señor Luis comenzó a repartir vasos de tequila para brindar por mí. Hasta los chiquillos tomaron. Se sentó frente a mí y mi novia Tere.  A partir de ahí no dejó de servir tequila a todos los presentes. Nos terminamos la primera botella entre risas y música, la suegra, doña María, sacó otra botella. 
    Sonó una cumbia norteña en el estéreo. Frente a mí y a espaldas de don Luis se pararon e hicieron una rueda para bailar mi novia, sus hermanas, mi suegra y la tía Diana. El señor hablaba conmigo. Yo intentaba poner atención a lo que decía pero ...
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