1. Me gusta que vean a mi esposa. "El paso de un novio morboso a un esposo voyerista" Un texto que me ayudaron a escribir. besos muaa


    Fecha: 30/09/2020, Categorías: Voyerismo Tus Relatos Autor: luciadelarosa, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... las viejas nalgonas y chichonas no me dejaban de distraer. Los chiquillos estaban un poco más alejados de nosotros, sentados al final de la mesa grande. Veían a sus tías bailar con su mamá. 
    En eso se acercó mi suegra, doña María, a tomar de la mano a Luisito y Tere sacó a bailar a Chuyito. Les enseñaban a bailar y dar vueltas. Los chiquillos  veían el suelo, los pies de sus maestras, reían por la dificultad pero vi como sus manos descansaban sobre las nalgotas de mi suegra y mi novia. Sus cabezas estaban a la altura de sus pechos. Chuyito tenía a la vista el escote de Tere. En instantes los vi perder sus ojos en las tetas que enmarcaban el escote del vestido negro de Tere. 
    Se fueron turnando a los bailarines y ahí andaban los “cabrones” poniendo sus manos en las nalgonas de sus tías pero dejé de pensar mal porque cuando les tocaba el turno de bailar con su mamá hacían lo mismo. 
    Me “valió madre” y disfrute, el tequila me permitió imaginarme que disfrutaban agasajarse discretamente a mi novia. Me tocó bailar también. Mi novia me sacó a aprender a bailar. Yo tenía el ritmo de una piedra. Me la pasé aprendiendo, tocando la cintura de mi novia, de mis cuñadas, la de mi suegra y con la tía Diana veía sus tetas, rebotaban de una manera sensual, en su vestido rosa escotado.  
    Nos la pasamos bailando y tomando toda la noche hasta amanecer. Me fui a dormir a mi estancia al día siguiente ya bien “pedo”.
    Días después Tere tuvo su primera vez conmigo. Eso lo contare, si me dejan, ...
    ... en otra ocasión. 
    Cuento estas situaciones porque fueron las cosas que cambiaron todo. Me di cuenta de que tomar alcohol me ayuda a ser más relajado y que Tere se pone más “tonta y distraída”. Que en realidad no era celoso y sólo estaba molesto porque no era común que a un hombre como yo permita que anden viendo y agasajando a su “vieja”. Lo más importante es que los “´pinches” ancianos y los “huercos” son los más animados a meter mano y aprovecharse de las situaciones.
    Un año y medio después nos casamos. Tere era muy atenta y magnifica esposa. Nuestra rutina era  que entre semana Tere se la pasaba casi todo el día fuera en sus trabajos. En la mañana era maestra en un kínder y en la tarde en otro. Yo entre semana salía a medio día. Todos los domingos asistíamos a misa.
    Los primeros meses le pedí que me dejara depilarla y recortar los vellos de su vagina y me lo permitió sin problema. Le enseñé darme sexo oral mientras me imaginaba a sus sobrinos tocándole las nalgas o a los viejos de parque cogiéndosela en la banca del parque. La puse a coger en diferentes posiciones. Practicar sexo anal mientras seguía imaginando cosas en las que era manoseada sus tetotas en lugares públicos mientras ella actuaba normal. En la casa le pedí no usar brasier. Andar más ajustadita de su ropa o escotada. 
    Llegó la semana santa. Nos tocaron vacaciones pero no salimos de viaje. Me la pasaba de borracho con mis amigos del trabajo. Lo recuerdo bien porque un sábado en la noche llegué decidido a ...
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