Sandía grande, no come sólo. - Relatos Eróticos

Sandía grande, no come sólo.

... que he leído en lo más alto del promedio de Latinoamérica- con unas buenas chupadas o un buen cachondeo. 

Cuando teníamos algún evento social, ella vestía bastante mesurada, algún vestido apropiado en color y corte a la hora,  el día y la ocasión, pero ligeramente más decente de lo que me gustaría, porque obviamente, quería presumirla y ser la envidia de todos, sin embargo, la realidad es que eso no era necesario, podía usar el pants y camiseta más holgados, sin forma, de tela gruesa de algodón y sus curvas siempre salían a relucir, por más grande que fuera la playera, le quedaban ajustadas de las tetas, o bien, terminaban por levantar una enorme carpa que las hacía ver aún más grandes, lo mismo sucedía con los pants, que apretándolos al límite del cordón, le quedaban holgados de la cintura y muy apretados de las nalgas, levantando irremediablemente, ahí si, una enorme carpa, que no hacía más que volverla aún más sexy mostrando su tanga en el menor descuido y por consiguiente levantando mi propia carpa y la de varios más. La discreción y el pasar desapercibidos no era un tema factible, pero tampoco intencional. 

Eso se agudizó, conforme fuimos afianzando lazos, en general vestía jeans de corte recto y flojo, que al final del día le quedaban embarrados de las nalgas, a reventar en las caderas, ajustados en el muslo, la rodilla, quizás si un poco suelta y embarrados de la pantorrilla, que combinados con una camiseta con la suerte referida en el párrafo anterior, no ...

... dejaban disimular nada, yo pensé que nuestra relación iba en declive por ello, sin embargo, cuando se lo comenté me dijo: tratare de vestir lo menor provocativa que pueda porque nuestro compromiso es enserio, no necesito gustarle a nadie más, así que seré completamente discreta. Lo que pudiera parecer un gran acto de dulzura terminó con una sentencia: eso si, te advierto que disfrutare esto al máximo, pero el indicador de nuestra relación será justamente éste, conforme empieces a ver que visto más sexy, sin que yo te diga nada, ve dándome las mejores cogidas, follame como no te atreverías en otro contexto y no te quedes con ganas de usarme como la putita que sabes que soy, porque no soy de las que creen en una relación para siempre, ni de las que les gusta dejar cosas pendientes y lo que menos quiero es hablar de este tema de nuevo, ni dejarte con las ganas, durará lo que tenga que durar.

Eso me pareció duro de aceptar, aunque en alguna parte, de algún modo, agradecí la sinceridad. 

Como les decía, nuestra relación sexual hasta entonces era sorprendente para mi, pero creo que irrelevante para la intensidad de lo que se viene, el punto, es que un buen día no logre tener una erección, ni siquiera cuando intento chuparmela en el balcón, ni siquiera cuando se desnudó en ese mismo balcón, ni siquiera cuando en vez de chuparmela de rodillas, se levantó para  de pie empinarse toda hasta mi verga, levantando su culo apenas cubierto por una tanga a la vista de cualquiera que pasará o ...