Sandía grande, no come sólo. - Relatos Eróticos

Sandía grande, no come sólo.

... seguir el cachondeo pero ella se rehusó. Al ver que el que a mí me taladraba no era nada majo ni hábil, decidió sólo jalarlo, sacarlo de mi culo así de un jalón, cerrar la puerta, ordenarme sentarme y ordenar al chofer que nos llevará a casa.

Ella, ordeno al chofer que se parará, y se cambió al asiento de atrás conmigo, se sentó para encontrarnos de frente, nuestras tetas se rozaron al momento que se montó en mi, metió sus manos a mi falta y bajó su pantalón, para sentarse sobre mi polla, me cacheteo, y me dijo que siempre sería su zorra pero que podíamos divertirnos, así fue, al punto que brincaba sobre mi polla, me asfixiaba, con sus manos, aunque con la otra acariciaba mis nuevas y enormes tetas, cuando dejaba ir su cuerpo hasta atrás para sentirme hasta el fondo escupía a mi boca, en esa posición siempre aprovechaba para dedearse mientras tenía mi polla adentro, pero esta vez, sólo sentí las contracciones sobre mi polla, y sus gemidos me dejaron sorda, al tiempo que me tenía que agarrar de sus caderas por miedo a que si en las contorsiones se saliera mi verga, me la fracturara, ella terminó, yo no eyacule, ni lo podría hacer por mucho tiempo, pero de eso, ya les contaré.

Y así comenzó nuestra historia...