1. Sandía grande, no come sólo.


    Fecha: 13/11/2020, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: Gozadera Oculta, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... ordenó, mientras ponía sus piernas encima de mi espalda, de vez en cuando me pateaba las costillas con el tobillo y fumaba un cigarro. Continué chupando, mientras me decía, vaya que eres una buena puta, te encanta el semen ajeno y cosas así, entre todo esto, me ordenó que me quitará la ropa, y gateara hasta una mesilla donde estaba su bolsa, le acerque la misma y saco de ella un chupón de metal (ahora sé que se llama plug), me hizo que lo lamiera, lo introdujera en su concha, ordenándome dejarlo bien mojado, al tiempo que lo hacía se dedeaba el clítoris, por lo que pensé que lo bueno vendría pronto. Nada más lejos de la verdad. Luego me ordenó girarme, así en cuatro patas, me acaricio el culo, me nalgueó, y me dijo: ponte en cuatro como la perrita que eres, con el pecho bien pegado al piso, tampoco sé porque lo hice, pero lo hice, entonces, sin decirme nada, me metió el plug al culo, lo cual me dolió muchísimo unos segundos, hasta luego ser excitante, tanto, que en ese mismo momento eyacule, tengo que decir, una gran cantidad, pero sin ser especialmente intenso o rico, sólo pasó. Lo que me gusto, fue sentir su dominio, al tiempo que ponía sus tacón dorado en mi boca. 
    
    Ni bien me acababa de recuperar con esa eyaculación que me trajo a la realidad cuando me dijo: ¿y no vas a limpiar guarra? mira lo que has hecho, tendrás que ser una buena puta mucama para lo que viene. Desconcertado me quede pensando, cuando sentí sus manos guiar mi cara a través del cabello, al manchón ...
    ... de semen en el piso y  embarrar mis labios en él, me dijo: límpialo zorrita, cada gotita es tuya y no quiero que quede ni una sola mancha, voy a bañarme y ya veremos que pasa contigo más tarde.
    
    Salió de ducharse y lucía absolutamente espectacular, usaba unos leggins que imitaban la textura de la piel en color negro, marcando ahora si cada parte de su cuerpo, sus caderas se notaban perfectamente redondas como un ocho, la blusa color mostaza tenía ese escote cruzado que las levantaba y las hacía más sugerentes de lo que ya eran, y por el tamaño de sus tetazas la blusa le quedaba corta, por lo que se podía ver buena parte de su abdomen, los zapatos altísimos, negros y con estoperoles, la hacían lucir como toda una guarraza. Me dijo, vamos, que a ti también hay que prepararte. Me vestí con lo que traía y la acompañe sin preguntar a quién sabe dónde. El uber nos esperaba en la puerta, y ella le hacía platica por en medio del asiento -ya que íbamos atrás los dos- sin soltar mi mano, recargó una de sus tetas en el asiento del acompañante para que al separarlas, fuera más notorio que se las estaba mostrando al conductor, ella le dijo que tratará de mirar al frente para no matarnos, al tiempo que pasó su mano por la pierna del chofer que ya mostraba una erección. Alguna seña se hicieron con los ojos, que ella le dijo: por el no te preocupes, sólo es una amiga, ¿podrías pasar a recogernos más tarde?
    
    Llegamos a una casa que no conocía, subimos las escaleras y en una estancia que ...
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