Sandía grande, no come sólo. - Relatos Eróticos

Sandía grande, no come sólo.

... 15 centímetros y plataforma. Los cuales, no fueron tan difíciles de llevar, dar los primeros pasos, pero si de estar de pie. Me maquillaron, y ahí si, con algunas prótesis faciales, me hicieron una cara más o menos femenina, no precisamente Esther Exposito, pero pasable, especialmente considerando el cuerpo que logramos. La peluca rubia sobraba, pero Carolina así lo quizo. 

En fin, estábamos "listas", el mismo uber llegó por nosotras y le preguntó ¿y el marica de tu amigo? a lo que Carolina respondió que se había quedado pero ahora venía con una amiga con la que podía ser más suelta. El uber dijo: excelente.

Ibamos en el viaje, al ver mi reflejo por la ventana de mis enormes tetas apretadas por un corsé, me comenzó a excitar, vi mis generosas piernas apenas tapadas por esa minifalda, realmente femeninas y blancas, coronadas por esos hermosos tacones y pensé: "serán hermosos aretes para algún afortunado" ¿Qué dije?, en fin, no omití en mi descripción de vestuario la tanga, sencillamente, no me pusieron, por lo que note como de en medio de mi falda comenzó a brotar mi verga, dicho sea de paso, enorme, venuda e incapaz de contenerse en el prepucio como nunca antes. Carolina al verlo me ordenó: "ni intentes tocarla Anastacia", mejor pásame mi bolsa de allá enfrente. Quitándome los tacones, me puse en cuatro intentando alcanzar la bolsa de Carolina en el piso del lado del copiloto, pasando por en medio de los asientos, ante lo que el del uber, descaradamente aprovecho para ...

... rozarme los senos, al tiempo que me la alcanzaba, Carolina, entre eso y entre que al quedarme paralizada de placer me quede ahí nos segundos, introdujo un plug en mi culo, haciéndome prácticamente eyacular, pero esta vez, al conocer la sensación resistí un poco más.  

Me senté y Carolina me habló de un club al que iríamos, diciendo que siempre levantaba chicos guapísimos e incluso suggar daddy´s que aunque tiene meses que no veía le seguían mandando dinero, tonterías de chicas que me sacaban mucho de contexto, no sólo por que me las contará, sino porque me las contaba ¿mi novia?

El movimiento del auto hacía que de vez en vez el plug entrará más adentro y me hiciera descubrir un placer hasta ahora inexplorado, eso (y que más tarde sabría) que Carolina lo controlaba para que vibrará o me diera pequeñas descargas eléctricas.

El caso es que ir con las piernas juntas, mis muslos gordos y mi pinga en medio, con un plug vibrando en el culo, me hizo eyacular en el asiento sin siquiera tocar directamente mi polla. Me sentí avergonzado. Carolina me dijo, notoriamente avergonzada: "eso no lo hace una señorita decente, anda, ven acá que te tengo que disciplinar" haciéndome el gesto de que me recostará en su regazo, sigo sin saber porque lo hice. Me puso en su regazo, de tal forma que mi cara quedó de frente a mi semen embarrado en las vestiduras de piel del auto, mi culo sobre sus piernas, y me dijo, tienes que limpiarlo todo, ya sabes cómo, al tiempo que me nalgueaba sutilmente ...