Las chicas en día de lluvia - Relatos Eróticos

Las chicas en día de lluvia

... perfectas piernas y una conchita pálida y estrecha sorprendentemente rasurada. Las tetas de Zulmi son unos conitos perfectos con punzantes pezones rosados.
Al notar Eliana que estoy mirando a la hermana, me pone un dedo en la boca, que chupo con deleite, y mueve el culo para sentir mejor mi mano sobre él.
-Chupamela por favor. – Me dice al oído.
Me agacho nuevamente y con la mano libre aparto el negligé y recorro sus labios suavemente. Pasó la lengua por el monte de venus, y comienzo a lamer la concha, recorriendo todo con la lengua; succionando sus labios menores, lamiendo su vagina… y me devoro el clítoris. Eliana se apoyó en la mesa, acomodó sus piernas, bien abiertas, y se encargó de empujar mi cabeza contra la concha, mientras sus manos revolvían mi cabello.
Zulmi se acerca y apoya su vientre contra mi cabeza.
Desocupo las dos manos y le bajo la tanga a Zulma.
Tengo que retirar un momento mi cabeza del cuerpo de la hermana. Zulmi se agacha y me besa con decisión pero sin violencia. La mayor se libra de la ropa levantando los pies y ahora las dos están desnudas. Lamo con la lengua su cuerpo desde el vientre hasta el cuello, deteniéndome en ambos pezones, tomando con una mano su culo y con la otra tanteando la concha de Zulmi que está a mi lado, tomando mi cabeza entre sus piernas cuando, nuevamente agachado, lamo la concha de Eliana.
Metida la cabeza entre las piernas de Zulmi, lamo con toda la lengua a Eliana desde donde empiezan los labios hasta llegar al ...

... clítoris, latente y húmedo, subo y bajo, y pienso como dedicarme a Zulmi sin abandonar a Eliana. Lo mejor es hacerla acabar y luego dedicarme a la menor. Me aboco febrilmente al clítoris hasta que siento los latidos de Eliana, su exclamación, y sus jugos inundan mi boca y mi cara. Tengo la mano derecha totalmente metida en la raya del culo, tomando fuerte el glúteo, con un par de dedos dentro del ano. Creo que está contenta. Todavía de rodillas, giro hacia la izquierda y Zulmi me espera con las piernas abiertas. Repito la operación con la lengua y la chica está totalmente húmeda. ¿Ya habrá acabado? Tal vez, de sólo ver lo que le hacía a la hermana. De cualquier manera dedico mi lengua a su clítoris, mientras con la izquierda introduzco dos dedos en la inundación de Eliana.
No tengo necesidad de tomar a Zulmi. Ella se aprieta contra mí y le meto toda la lengua dentro, apretadita y dulce. Su orgasmo no tarda nada. Las dos nenas están satisfechas y contentas.
-¿Y vos? ¿Qué hacemos? – Eliana está impaciente por mamarla. 
Tengo el calzoncillo y el pantalón húmedo del líquido pre seminal. Menos mal que llueve. Buen pretexto.
 Zulmi no espera ninguna respuesta. Desabrocha el cinto y lo baja, junto con el calzoncillo.
-¡El hombre tiene lo suyo! – La exclamación de Eliana es entre risas de las hermanas.
Mientras Zulmi me agarra el choto con toda la mano, Eliana me lleva hacia la cama. Trato de sacarme la camisa pero las chicas están apuradas. Prácticamente me tiran sobre la cama, y ...