1. Cactus


    Fecha: 25/12/2017, Categorías: Control mental, Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... dueña no duda en destacar y lucir con batas blancas ajustadas y escotes algo más grandes de lo que se suele considerar normal o quizás decente por las personas biempensantes, que por aquí coinciden con una mayoría de hipócritas de vocación.
    
    Rebeca acaba de cumplir treinta y seis años —uno más que yo— viuda desde hace ya bastante tiempo, sin hijos, no se le conocen novios, amantes o ligues, aunque según su hermana pequeña, siempre fue una mujer caliente a quien el sexo le ha importado bastante. Y las ganas que tengo yo de comerme esas tetas…
    
    Por fin Margot y Blas han decidido casarse. Son las once de la noche de un viernes, el pub está cerrado por fiesta familiar, y aprovechando que el tiempo acompaña, no menos de ciento cincuenta familiares, amigos, conocidos, vecinos de la feliz pareja, estamos celebrando en el jardín el próximo matrimonio poniéndonos ciegos de copas, canapés y carnes a la brasa al ritmo de un marchoso conjunto músico-vocal que anima la velada. Echo de menos a Eva, quien no vuelve hasta el viernes próximo —me gusta estar con ella, no sólo sexualmente hablando— pero lo estoy pasando bien y, no voy a mentir, he puesto la directa para comerme las tetas deRetetas.
    
    Alta, elegante en sus gestos, de pelo muy negro que ella suele teñir más negro todavía —color ala de cuervo o negro total, lo llaman— que lleva en densa melena aleonada hasta por debajo de los hombros, cejas negras, finas y bien dibujadas, bonitos y turbadores expresivos grandes ojos de color ...
    ... entre gris y azul, nariz recta algo grande, pómulos y mandíbulas muy marcados, expresión seria y dura en su rostro, con un rictus de orgullo, quizás de altanería, lo que puede confundirse con ser antipática —conmigo nunca lo ha sido— boca grande de sugerentes labios de un tono color miel oscuro que me encanta, evidentemente curvilínea, en especial un par de tetas muy llamativas, altas, grandes, que sobresalen de su cuerpo delgado pero fuerte, con un culo alto, grande, redondo, sujeto por muslos musculados y piernas finamente torneadas. Suele vestir con ropa sport, informal, siempre con un punto elegante. No es unbellezón, su rostro de rasgos tan marcados y serios la afea un poco, pero a mí me gusta, me parece muy atractiva, y desde luego, tiene un cuerpazo impresionante.
    
    No tengo problema en acercarme a ella —nos conocemos de sobra gracias a su hermana, los fines de semana salimos un grupo de amigos a tomar el aperitivo a mediodía y hemos coincidido muchas veces aun sin tener trato de amistad— hacer algún comentario chistoso sobre la pareja que se va a casar y, aprovechando un momento de subida de la música, acercar mi boca a su oreja y mientras sonrío mirándole a los ojos, decir en voz muy baja, como si simplemente lo hiciera para mí:me gustas mucho, Rebeca, te deseo, así que pasamos juntos la fiesta y luego nos vamos a follar, seguro que tú también quieres
    
    Lo ha oído. Quizás me he tirado a la piscina sin demasiada agua, temo haberme equivocado, aunque la reacción de ...
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