1. Inmigrante (09)


    Fecha: 28/12/2017, Categorías: Incesto Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    Continuación del final del relato Inmigrante 08)
    
    -¿Y de mi prima?
    
    Me quedé en suspenso unos segundos, y luego caí en que la ventana de nuestra habitación, igual que la de Cristina, daba a la piscina.
    
    -Sí, también. Como ya me dijiste, es muy puta. – Le contesté con toda naturalidad.
    
    -Te pedí que no te las follaras hasta nuestro divorcio.
    
    -Pues mira, Ana. A Carmen la he podido evitar, pero a Cristina, si lo has visto, ha sido ella la que ha empezado a follarme a mí.
    
    -Pero podías haberla evitado. Sobre todo cuando la has visto que iba desnuda hacia ti.
    
    -No estoy dispuesto a discutir más sobre este tema, te recuerdo las palabras de tu abogado y que somos un matrimonio muy atípico. No podemos hacer uso de él, cada uno puede llevar su vida y dentro de unos meses nos separaremos. Además, no he sabido que era ella hasta que me ha saltado al cuello. Mientras se acercaba, en todo momento pensaba, ilusionado, que eras tú.
    
    Entonces la oí echarse a llorar, se giró hacia mí y me abrazó con una mano mientras depositaba su cabeza en mi pecho. Yo también la abracé y estuve acariciando su pelo con una mano y sus riñones y culo con la otra, hasta que se calmó. La razón de ese llanto no la tenía muy clara. Por un lado había oído hablar de la depresión postparto. Por otro pensaba que debía tener algún interés en mí, como persona. Pero también podría ser de disgusto por cómo me había comportado con su prima y lo que ésta podría decir.
    
    Solamente llevaba puesta una ...
    ... braguita, que cuando subió su pierna sobre las mías e hizo contacto con mi muslo, noté algo de humedad, pero no ocurrió nada, poco después de calmar su llanto, se quedó dormida y yo la seguí inmediatamente.
    
    A las 8, como dos relojes perfectamente sincronizados, ambos niños se pusieron a llorar como condenados, despertándonos de golpe y saltando de la cama inmediatamente.
    
    Cambiamos los pañales a ambos, dejándolos bien aseados. Yo tomé en brazos a Beatriz y le empecé a hacer carantoñas para calmar su llanto y que no despertase a nadie, al tiempo que ponía el calentador de biberones que nos habían regalado. Mientras, Ana, ponía a su pecho a Javier, que mamaba como si no hubiese comido nunca. La niña no callaba a pesar de mis intentos, y cuando miré a Ana en petición de ayuda, vi que se estaba riendo.
    
    -¿De qué te ríes?
    
    -De que no me extraña que la niña llore. Debe estar aterrorizada viendo esa polla que casi es más grande que ella.
    
    Entonces me di cuenta que estaba empalmado, aunque no totalmente. En ese momento, se abrió la puerta y entró Cristina en tromba. Llevaba un camisón hasta las rodillas, pero tan trasparente que se le veían perfectamente las tetas y el coño.
    
    -¡Quiero ver como dais de comer a los niños!
    
    La situación era extraña. Yo estaba desnudo, con la niña en brazos y Ana con las braguitas dando de comer al niño.
    
    Llegó hasta mí, tomó mi polla y la masturbó un par de veces al tiempo que decía:
    
    -Gastas una buena herramienta. Mi prima debe de estar muy ...
«1234...9»