1. TIEMPO PASADO


    Fecha: 16/12/2020, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... vacías a ligarme el morfi; siempre llevaba vino, o champán, o un postre. Incluso un montón de veces le propuse comprar la comida hecha para que no tuviera que trabajar, pero a ella le gustaba hacerla… para mí, según me dijo.
    Tamy, la hija, solía ir un par de veces a la semana, más o menos a la hora de la cena, o antes que llegue yo, aunque sucedía que cuando yo llegaba, ella gentilmente se retiraba. Suponía que la mamá le habría dicho los horarios adecuados. Ese día estaba más tarde, casi habíamos terminado de cenar. Cuando llegó Tamy. 
    Como era común en ella, su relojeada fue intensa y pícara. Nunca escapando de la mirada de la madre, siempre picara y provocativa. Como si supiera que no podría pasar nada. Pero me vino la loca idea: ¿y si me bajo a la nena? Podría ser. Ella tenía ganas o lo parecía, a menos que me estuviera cargando. No olvido que Brenda y Magda habían arreglado todo. Eso creía. Nunca lo hablé con Brenda. No me importara lo que fuera mientras la pasara bien. 
    Terminamos con el postre los tres. Muy agradable la charla. Tamy muy vivás e inteligente, siempre su mirada provocativa y picara. 
    ¡Y me quedé súper caliente! Al fin de cuenta, de 20 a 40 hay menos distancia que de 40 a 60.
    	La mañana siguiente la llamé.
    -Hola Dany, que sorpresa.
    -¡Me reconociste!
    -¿Viste que sagaz? Oído musical. ¿Mamá te dio el número?
    -No. Lo copié de un papel, junto al teléfono. 
    -Claro, sí. Lo cambié hace poco. ¿Cómo estás?
    -Muy bien, muy bien, recontra bien…
    -Sí, lo ...
    ... sé. Mamá me contó.
    -¿Te contó? ¿Qué te contó?
    -No te preocupes, todo bien, todo bien. Mamá está encantada con vos. ¡Sos formidable! Eso me dijo.
    -Es… bueno… me cuesta…
    -¿Qué te cuesta?
    -Decirte… que quiero verte…
    -Yo también…
    -¿Sí? – Me costó no gritar ¡“BRAVO”!
    Nos pusimos de acuerdo, cuando y donde. No había dudas, la chica estaba dispuesta. La duda vino luego de mi parte. 
    ¿Por qué le iba a hacer eso a Brenda, si ella se había portado tan bien conmigo? Me pareció una traición. ¡Cogerme justo a su hija! Pensé que lo que perdía era mucho. 
    A la media tarde, un par de horas antes de la cita me decidí. Fui a la casa de Brenda. Me abrió  sonriente, me dio un cariñoso beso, me la  agarró por sobre el pantalón, como hacía casi siempre que quería jugar…
    -No quiero dar vueltas Brenda. Quiero decirte…, no puedo hacer algo que me gustaría, porque te haría daño.
    -Sos divino. Lo sé. Me lo dijo Tamy. Te vas a encontrar con ella.
    -Oh, sí, perdoname.
    -No tengo nada que perdonar. Sabía que iba a pasar esto. ¡Le gustás mucho! Me lo dijo y yo le dije que no tenía ningún problema. Te la merecés.
    -Pero… ¿es cierto qué no hay problema?
    -Para nada. Es más, me parece que lo mejor es que vengan acá los dos… Es mejor que un telo.
    -Pero…, no sé…, me sentiría incomodo hacerlo en tu presencia…
    -¡Jajajá! ¡No pasa nada! Es más, cuando vengan me voy. ¿Estamos? Mejor, me voy antes. Tamy tiene llave, así que te reciba ella. Les doy una hora y media. ¿Está bien? ¿Alcanza o van a hacer mucho ...
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