1. TIEMPO PASADO


    Fecha: 16/12/2020, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... se hace difícil?
    -Vení que te muestro.
    -Vamos…, esperamos la digestión.
    -¿A sí? ¿Y sí me duermo? ¡Sería un desperdicio!
    -No tanto. Dormimos juntos. En algún momento nos despertamos.
    -¡Pero tengo ganas ahora!
    -¡Qué ansioso!
    -¡Te tengo ganas ahora! ¡Luego lo hacemos de nuevo!
    	No hablamos más. Fuimos al dormitorio, yo bien pegado a ella para que sintiera que no era una fantasía sino una necesidad.
    Desnudos sobre la cama me dediqué a chuparle la concha con el propósito de llegar con mi lengua hasta su ano. Lo que quería era chuparle el culo para que tuviera ganas de que se la metiera o, por lo menos, que supiera que esa era mi intención.
    Así que me dediqué a su concha llegando como al descuido hasta su ano. Lo lamí con toda intención para que sintiera como la lengua la penetraba. Eso hice; no chilló, ni protestó, ni nada, estaba haciendo mi trabajo para que ella aflojara.
    -Nena, ponete en cuatro, te la quiero meter por el culo.
    -¡Oh, no, no, nunca lo hice! ¡Tengo miedo, duele mucho!
    -¿Y cómo lo sabés? – No creía que nunca se lo hayan hecho; es demasiado canchera.
    -Me lo dijo mi amiga. ¡A ella le dolió mucho!
    -Seguro un bruto sin la menor delicadeza.
    -Sí, eso. Yo lo conocí. ¡Era un animal desagradable!
    -¿Anduviste con él?
    -¡No! ¡Ni en pedo! Me lo presentó mi amiga y eso es lo que me pareció. Se lo dije a ella, pero no me hizo caso hasta que casi le rompe el culo. Eso es lo que me contó.
    -Conmigo no te pasará nada…
    -Pero… no sé…
    -Vas a ver que no. Si te duele ...
    ... o molesta paro. ¡Te lo juro! – Le hablé con toda la dulzura posible, tirado sobre ella, al oído. - ¿Tenés alguna pomada o cremita? 
    -Sí, allí, en la mesita de luz. Es para suavizar las manos.
    -Quedate quietita. Yo la agarro. – Me estiré hacia la mesita que me indicó Brenda y tomé la  crema.
    Sin dejar de acariciar su espalda y besando su cuello, le unté el orto con la crema y también mi dedo meñique. 
    -Primero te meto el dedo, para que veas que no te va a molestar. Si te duele, lo saco.
    -Bueno, dale, despacito.
    	Muy despacito le fui sobando el agujerito.
    -Relajate bien. Pensá en lo lindo que es coger…, eso te va a poner contenta…  
    -Siiii… vivo, me trabajás la moral.
    -Con las dos manos abrite bien los cachetes… - Quería tener la otra mano libre para acariciarle la concha, así la tenía un poco entretenida.
    -Bueno…, despacito…
    -¿Te molesta algo? – Le había metido la mitad del meñique.
    -No, no, para nada… - Le metí todo.
    -Bueno, ¿vez? Te metí todo el dedo y no sentiste nada.
    -No, no, no digo que no sentí nada. Sentí el dedo, pero no me dolió… Pero el dedo es más chiquito que tu pija…
    -Ya…, poco a poco… - Ella seguía sosteniendo abiertas las nalgas. Puse más crema y ahora sobre mi dedo mayor. Por suerte trato de tener siempre las uñas cortas. Volví con la mano libre a su concha y con el dedo encremado hacia su ano.
    	Fui entrando poquito. Como es más grande quería saber cómo lo sentía. Sin problema. Brenda relajada y gozando por partida doble en la concha y el culo. ...
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