TIEMPO PASADO
Fecha: 16/12/2020,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... piernas y la cama. Era un placer verlo chorrear…
Nos tiramos en la cama jadeando. ¡El mejor cansancio del mundo!
Estuvimos tirados un rato hasta que nuestra respiración se normalizó, con múltiples caricias en nuestros sexos, ida y vuelta, para arriba y abajo…, pero estábamos agotados.
-¿Entonces ahora si podemos cenar?
-Haremos el esfuerzo…
-¿Qué esfuerzo? ¡Caradura! – Los dos largamos la carcajada.
-Vestite bien tapadita…, si no me agarrará calentura.
-Está bien, calenturiento…
Al fin fuimos a la cocina, bien tapaditos. Luego de la cena, tal como suponía, quedé “moribundo” de satisfecho. De acuerdo ambos nos fuimos a la cama…, cada uno en la suya.
A media mañana del día siguiente Brenda me llamó.
-¿Venís a almorzar?
-Esperaba llevarte a comer afuera.
-No, hoy no. Es sábado, nene, mucha gente en todas partes. – Brenda me llamaba “nene”. ¿Quería hacer notar que me llevaba como 10 años? - Quiero hacer algo rico y luego dormimos la siesta juntos. ¿Qué te parece? Como sé que no querés jugar luego de comer…, jugamos luego de la siesta. ¿Qué te parece el programa? ¿Eh?
-Está bien, me convenciste con eso de jugar.
-¡Conozco tus gustos, picarón!
Quedamos así. No iría temprano, para no calentarme antes de comer. Yo también conozco mis gustos…, mis “vicios” diría.
Fue una exquisita carne al horno con hongos y papas. Todo bien. Luego a la cama, a dormir. Nos acostamos desnudos en una hermosa cucharita. No pude hacer demasiados cumplidos a mi compañera. A los dos ...
... minutos estaba dormido.
Cuando desperté, no sé cuánto tiempo después, Brenda no estaba en la cama. Había un silencio total. Brenda no quiso despertarme, evidentemente para que recuperara todas mis fuerzas. Cosas de mujer, bien calculado.
Me puse el pantalón y fui al baño. Al salir caminé hacia la cocina. Suponía que estaba allí. No estaba. Fui hacia la sala y al estar bajo la arcada de entrada sentí unos leves gemidos. El sofá grande estaba ubicado de tal manera que desde el ingreso desde la cocina se veía el respaldo y nada más, no el lugar donde sentarse.
Como no vi a nadie me acerqué al sofá. Antes de llegar al respaldo comprendí que los gemidos venían de allí. Cuando me acerqué más vi un espectáculo increíble, magnífico. ¡Dos mujeres haciendo un 69 de órdago! ¡Fantástico! A la mujer de arriba, de la cual veía la espalda y un culo espectacular, no identifiqué, pero debajo de su culo se veía la frente y los ojos cerrados de Brenda. ¡Tenía todos los gustos! ¿Habría traído una amiga para compartir y mientras yo dormía resolvió pasar bien el tiempo?
Brenda me sorprendía cada día. Anoche fue con el culo, lo que tanto le gustó, y ahora un 69 con alguna “amiga”, supongo.
Me quedé parado en silencio disfrutando del juego de la “chicas”. En un momento comenzaron a gemir más fuerte y a sacudirse, temblar, los síntomas generales de que se venían los orgasmos. Así fue, y eso hizo abrir los ojos a Brenda, que me vio al fin.
-Oh nene, no te oí. ¡Bienvenido! – No se hizo ningún ...