De la pena también se puede ser feliz. - Relatos Eróticos

De la pena también se puede ser feliz.

Hola amigos, estoy acá de nuevo para ofrecerles ser partícipe de mis ocultos  secretos. Que a lo largo de mis 32 años me han pasado. Siguiendo con la línea de las aventuras que me ha pasado, siendo lo último que les conté ( lo de mi padrino) y como,  apesar de ser tan tierno y delgado, pude gozar y aguantar semejantes miembros. Les hago un pequeña síntesis de lo que me paso, como a los diez perdí mi inocencia y mi virginidad anal a manos de mi aún recordado profesor. Luego después de 2 años sin tener a nadie en mi vida sexual me pasó lo de mi padrino. No soy de entregarme así por así nada mas, ya que siempre e sido muy cuidadoso de aflorar mis debilidades ya que siento pavor ser objeto de burla y discriminación y no quiero pensar lo que mis padres sufrirían por mi culpa, ya que soy  hijo  único. Y ellos se sienten orgullosos de mí hombría. Cuando nací mi madre casi se muere en mi parto y por complicaciones ella no puede tener más hijos,  así que soy muy apreciado para  ellos. Ellos pensaban tener dos hijos un hombre y una mujercita, lo cual por riesgo no tengo hermana. Si supieran que en verdad también tienen una hija muy ocultó en  mí. Pero  en fin,  a lo que me trae en estos momentos, es contarles mís aventuras que cada vez se me hace muy difícil de tener una. Mi dias pasaban normalmente como un adolescente estudiante, de tareas,  colegio y algunas veces de relajo con amigos y amigas. Nunca me faltaron las alocadas niñitas que me pretendían y tenía unas que  otras ...

... enamoraditas, ya que soy muy bien parecido, blanquito,  delgado y muy alegre. Transcurría ya como 6 meses de mi dichosa y oportunidad con mí padrino. Un día viernes aprovechando mí descanso en mi dormitorio, oigo a mis padres que hablan por teléfono con alguien que por la forma como contestaba mi padre y la preocupación de mi madre, le estaban dando una mala noticia. Salí de mi dormitorio y fui a ver lo que pasaba,  es cuando mí madre con lágrimas me dijo que mi padrino avía fallecido en un accidente automovilístico . Me quedé helado de la noticia y por mí interior como un relámpago me vino a  la mente esos momentos que pasé con él. Y sin darme cuenta también me salieron lagrimas de tristeza. Después que terminaron de hablar por teléfono mís padres decidieron ir a su sepelio y me dijeron que me aliste también que yo por ser su ahijado tenia que ir. Con mucha pena y  un poco de vergüenza de mi osadía que tuve por salirme con la mía de saborear esa espectacular verga negra, me fui a mi habitación hacer mis maletas para ir a darle el último adiós a mi padrino que sin saber me hizo gozar plenamente. El vivía muy lejos,  en otra ciudad, como  a 8 horas. Así que tomamos un bus interprovincial y partimos. Ya en el camino no se pero no podía dejar escapar unos suspiros de melancolía y me venían esos recuerdos que tuve la dicha de gozar frenéticamente su maravilloso miembro. Llegamos a la ciudad donde vivia y al poco rato a la casa de mi fallecido padrino. El estaba  ya velandoce en la enorme ...