De la pena también se puede ser feliz. - Relatos Eróticos

De la pena también se puede ser feliz.

... sala de su casa, donde avía mucha gente y también su esposa que  lloraba sin cesar. Nos acercamos y le dimos nuestro pésame a la viuda y demás familiares que estaban juntos. Mís padres se acercaron a verlo ya que tenía la tapa abierta de su cara. Yo no tuve el valor de verlo, porque por mi interior sentía una nostalgia y pudor de haberme aprovechado de su borrachera y darme él gusto de cabalgar dichosa verga negra. Después nos fuimos a sentar para estar acompañado. De pronto al rato vimos que también  llegó un muchacho que al parecer le dolía mucho su pérdida, y al preguntar a mis padres quien era?, me dijeron que  él es su hijo que recién llegaba del extranjero. Al verlo bien me di cuenta que se parecía mucho a mi padrino, tenía como unos 23 años y de contextura atlética y muy fornido, moreno y muy alto. Sin darme cuenta ya le estaba mirando con otros ojos y me imaginaba ver si su miembro sería como la de su padre. Halgo me sacó de mis pecaminosos y prohibidos pensamientos y me digne a pensar en otra cosa y además me dije que no tendría oportunidad de nada, por el momento que se estaba pasando. Pasaron varias horas y ya de apoco la gente se marchaba y solo quedábamos unos pocos incluidos su esposa y resto de familia. Mis padres tenían la idea de irnos a un hotel para descansar y después volver a  seguir acompañando el velorio que por tradición se velaba 2 días y al tercer día se le enterraba. Ya cuando estábamos por salir se nos acercó la viuda y les dijo a mis padres ...

... que nosotros podíamos quedarnos ya que tenían habitaciones de huéspedes. Una que seria para mis padres y otra para mí. Eso me devolvió mís prohibidos pensamientos y que sin darme muchas chances me sentía con un leve optimismo de por lo menos saber mas de cerca de mi hermano de pila (así se le dice al hijo de tu padrino), así que ya más tranquilos agradecimos el hospedaje y  nos quedamos a seguir acompañando. Repartian bocaditos y café y también licor para  algunos. Mís padres entablaron conversación con algunos familiares que estaban ahí,  entre ellos el hijo,  que en seguida me  presentaron como el ahijado del difunto, en el cual el hijo se me  acercó a conocerme y me entendió su mano para saludarme. Yo también  entendí mi mano y nos estrachamos en un fuerte apretón de manos., el cual me hizo experimentar una leve exitacion. Y sin querer y sin que se notara mi vista se fue a posar a su entre pierna (su bulto) que con asombro me di cuenta que era enorme. Eso me imagine yo creo. De pronto sin dejar mi mano se me acercó con su cabeza a la mia y me dijo: Así que tú eres mi hermanito de  pila verdad?? Y recorrió su mirada en todo  mi cuerpo,  y  eso me hizo estremecer y me sonroje,  no se porque. Si le dije mucho  gusto en conocerte mi nombre es Nidio y el tuyo??. Joaquin me dijo,  y me tienes a tus ordenes me replicó. Ya tendremos más tiempo para conversar y conocernos vale?? me dijo. Con mucha gusto  le  respondí. Después me soltó la mano y  se alejó a servir tragos a los ...