Unas vacaciones con mi madre - Relatos Eróticos

Unas vacaciones con mi madre

... pie.

-Voy, pero no me metas prisa.

Me quité la camiseta y la miré a ella de nuevo. Hizo un gesto como de 'venga continúa '. Me deshice de las chanclas y poco a poco me bajé el pantalón. Me tapé con las manos el paquete.

-Qué haces? No seas tonto anda, no te tapes, si no te va a ver nadie.

-Pero me da vergüenza.

-Qué pasa que no quieres que tu madre te vea la pollita?

-Bueno...

-Venga quita las manos - dijo mientras me agarraba los brazos y me los apartaba.

Mi pene salió a la luz y estaba casi empalmado. Me puse rojo y miré para los lados intentando ver  si alguien nos estaba observando.

-Pero mira que pollón! Si hubiera gente aquí no te quitaría ojo.

-Para ya mamá, me está dando vergüenza.

-Qué dices? Debería darle vergüenza a algunos ir con pollas más pequeñas.

-Mamá por favor...

-Y pensar que ayer me metí semejante monstruosidad en la boca jajaja. Que estoy de cachondeo hijo jajaja. 

-No tiene gracia. 

-Venga disfruta, siéntete libre.

Se dio la vuelta, se agachó y le ví todo. Sacó la crema solar y me dijo:

-Hoy te tienes que poner más crema, no vaya a ser que se te queme el aparato jajaja.

-Es verdad, dame y me pongo.

-No, te la voy a poner yo. Date la vuelta!

Obedecí su orden y comenzó a restregarme la crema por los hombros y espalda. No dedicó mucho tiempo y pasó a ponerme en las piernas y subir para arriba. Al llegar a mi culo, me esparció bien la crema hasta por el ano y casi los huevos. Eso terminó de ...

... excitarme y se me terminó de empalmar del todo. Mamá me giró y como estaba de rodillas por ponerme la crema en el culo, se encontró con mi pene en su máximo esplendor.

-Uy!? Pero qué es?!? - preguntó riendo y mirándome desde abajo.

Me puso crema en los pies y la parte delantera de las piernas. Subió hasta las ingles y rodeó mi pene. Siguió poniendo crema por mi pecho y estómago. Solamente quedaba mi miembro por protegerse del sol. Mamá se puso crema en las manos, se puso de rodillas de nuevo y me restregó la crema de arriba abajo. Me descapulló el pene y me puso crema también en el glande. Me estaba haciendo una paja con la escusa de la crema. Enseguida paró y se tumbó boca arriba en la hamaca.

-Ponme crema ahora tú.

Me senté a su lado y le puse la crema por toda la parte delantera de su cuerpo. Se dio la vuelta como si estuviera en una plancha y hice lo mismo. La única diferencia fue que no quiso que le pusiera crema en el culo. Se negó cuando solo me quedaba esa parte.

Al terminar me tumbé en mi hamaca y estuve escuchando música hasta el medio día. Mi madre a cada rato se daba la vuelta y bebía de la botella que había comprado. A la hora del almuerzo sacó unos tuppers de su bolso con filetes y tortilla que había hecho. Comimos allí sentados, uno delante del otro y no podía evitar mirar su entrepierna abierta. Me fijaba en cómo las migajas caían sobre su cuerpo y se quedaban pegadas en su arbusto púbico. Mamá me miraba de vez en cuando y reía, en una ocasión me ...