La aspirante a recepcionista de la compañía: Elizabeth
Fecha: 04/01/2018,
Categorías:
Primera Vez
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... quieres.
—Ocurrió después de terminar la preparatoria, hace dos años. No era mi novio, al igual que tú, de repente se dio, aunque en aquella ocasión fue realmente una decepción.
—¿A qué te refieres?
—Bueno, a que lo esperaba diferente… uno idealiza ese momento y lo pinta de magia, y la realidad fue otra.
—¿Espero no haberte decepcionado en tu segunda incursión?
—¡No! Que va… un hombre como tú, sabe lo que hace. Es por eso que decidí tomar esta aventura… se que los hombres mayores cuentan con esa experiencia. Aunque debo admitir que por un momento pensé que eras impotente. Me duelen las mandíbulas de tanto masajear tu verga con mi boca. – y sonreía de nuevo.
—Quería esperar a que me la pidieras tú misma.
—Mira que me has hecho acabar delicioso, espero que se repita de nuevo. – y me da esa expresión exquisita de sus labios envueltos en una sonrisa coqueta.
Ha sido una faena de aproximadamente cuarenta minutos y me toma otros veinte en reponerme. Realmente fue fácil reponerse, pues la juventud de Beth me inspira a hacerlo y bueno, el hecho de estar viendo sus nalgas donde descubro otras pecas, quizá lunares me ha vuelvo a excitar. Se me antoja su culo, quiero penetrarle toda mi verga y venirme en él. Le redondeo un poquito, mientras con mi mano le masajeo sus glúteos y ella me masajea con su manos mi pene que se ha vuelto a poner erecto. Le digo:
—¿Quieres experimentar algo diferente?
—¿Cómo que se te ocurre?
—Tú dime, tú eres la que dices que ...
... no tiene nada de experiencia.
—Pues por eso, tú debes ser el que me enseñe.
—¿Eres abierta de mente?
—¿Ahora dime tu a que te refieres?
—¿Tienes algún tabú sexual?
—Bueno, no me visualizo con otra mujer, ¿si a eso te refieres?
—¿Qué tal, sexo anal?
—Lo he considerado, pero todas mis amigas me hablan con mucho pavor, que realmente me atemoriza.
—¿Quieres experimentarlo para que ya no te cuenten?
—No sé, me da miedo. Si me dolió tu verga cuando me la hundiste en mi vulva, ahora imagino ese pedazo de carne en mi pequeño agujero. Realmente tu verga no solo es larga, es ancha también.
—Inténtalo… te prometo no ser brusco y si es algo que no te gusta, que no encuentras placer, pues desistimos. Lo importante es que lo experimentes y que nadie más te cuente.
—Tony, es que realmente me da miedo. Si ya de por si al ver tu verga me dio miedo cuando sentí esa cabeza en la entrada de mi vulva. No sé, realmente quiero, pero creo que no podré con ella.
—Mira Beth, la clave del sexo anal es la relajación. Si estás tensa obviamente será doloroso, pero conmigo será diferente, yo me encargo a que sea una experiencia rica y relajante.
—Lo dices con mucha confianza.
—Bueno, si eres de mente abierta y con la disposición de experimentarlo aunque sea una vez en tu vida, puede ser que descubras zonas de cuerpo que te pueden dar tremendo placer.
—Tony, haz lo que quieras conmigo. Me pongo como una cereza de pastel ante ti. Cómeme con mucho cuidado.
Tan ...