1. La aspirante a recepcionista de la compañía: Elizabeth


    Fecha: 04/01/2018, Categorías: Primera Vez Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... pronto dijo aquella palabras la invité a que se pusiese boca abajo y elevando las nalgas como si fuéramos a coger de perrito. Le he vuelto a lamer la vulva en aquella posición y me he quedado por algunos minutos chupando, succionando su clítoris y Beth solamente jadeaba. Sé que podría sentir pena, o quizá cosquilla y sin mucha amenaza, le he asomado la punta de mi lengua en su culo y ella solamente gimió de placer. Le he lamido el culo y se lo he dejado completamente ensalivado, con la idea que después mi verga gozará de ese delicioso orificio. La cambio de posición y hago que se acueste a la par mía, ella frente de mi, pero con su trasero absorbiendo la punta de mi glande. Tiene el culo tan ensalivado, que el chasquido de mi verga entre sus nalgas es evidente y muy excitante, que creo ella se excita también. Aquella posición me permite tocarle la vulva, y Beth es un rio, un manantial de líquidos hirvientes y sé que goza con lo que está experimentando. Sé que es el momento de amenazar entrar a ese culito y ella juega con mi amenaza. Ella se mueve procurando el mismo afán, pues creo que a ella le excita el sentirme tan excitado, valga la redundancia. Mi verga poco a poco se va introduciendo, siento cuando se desliza abriéndole su ano. Ella solo gime con cierta excitación y solo me susurra al oído: Házmelo con mucho cuidado. Le digo que se relaje, que visualice recibiendo mi verga, que la imagine que la esta mamando de nuevo, que sienta mis huevos como le golpean las nalgas, ...
    ... así como sentía que le pegaban en su perineo cuando se estaba viniendo.
    
    Aquello pareció relajarla, pues con mis dedos tocaba su vulva y pude sentir que toda mi verga estaba en el culo de Beth. En aquella posición podía chupar con mis labios su cuello, lo cual la ponía eriza y excitada. La punta de mi lengua se metió en su oído, jugaba entre su oreja y cuello y mis manos masturbaban su clítoris. En aquel momento se me ocurrió preguntarle:
    
    —¿Te masturbas?
    
    —Algunas veces.
    
    —Hazlo hoy, mientras te como tu cuello y te cojo tu rico culo.
    
    —Me da pena. Nunca lo he hecho en presencia de nadie.
    
    —Hazlo por mí. Piensa en esa verga que has mamado y que ahora la tienes ensartada en tu rico culo. Ese culito que le está dando enorme placer a ese hombre con quien decidiste tener esta aventura.
    
    He tomado la mano derecha de Beth y hago que ella misma se masturbe. Para por un momento, pero yo le tomo la mano y le coloco los dedos sobre su clítoris. Ella comienza a masturbarse lentamente mientras yo comienzo con un leve y pausado bombeo en su rico ano. Ella gime y me lanza esa mirada como quien dice: Estoy excitada, estoy disfrutando tu verga en mi culo. Oigo que no ha cesado de masturbarse, pues el sonido del chasquido de la fricción se ha hecho más que evidente. Yo taladro su culo con más ímpetu y ella ha comenzado a gemir y decirme cosas al oído: Tony, que rico me estas culeando, siento que ya me vas a hacer acabar. Yo sigo con mis besos en su cuello, taladrándole el culo ...
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