Los blanquísimos jamones 5 - Relatos Eróticos

Los blanquísimos jamones 5

... cantidad de semen incluido.
-¡Qué lechita sabrosona! – Romi hablaba con la boca llena sin dejar de lamer, chupar y tragar. – Te dije que Dany era magnifico!
-¡Sin la menor duda!
Ante tantos elogios me di vuelta, acostado, boca abajo, y me puse entre las piernas de Romi, quién al notar mi actitud las abrió bien, para facilitarme la ubicación.
 Mientras se la chupaba, observaba complacido como Romi se tragaba hasta la última gota. 
-¡Vos sí qué no te perdés ni una! - Patri me miraba y reía.
-¡Y Romi es una artista de la chupada! – Le dije.
-Bueno…, hay bastante experiencia.
-¡Jajaja!
-Pero esta es la primera vez que hacemos este cóctel maravilloso!
-¡Jajaja! - ¡Estaban contentísimas, como yo! Aceleré los lambetazos al clítoris.
-¡Guacho! ¡Me vas hacer acabar!
-¡Qué más querés! ¡Tragas por un lado y lo largás por otro!
-¡Jajaja! ¡Paren! ¡Voy a perder el equilibrio! – Patri abría los brazos para intentar mantenerse en cuclillas sobre la cara de Romi.
-¡Ahgg ahgg! ¡Aaaahhhh! ¡Tuve que cerrar la boca sino me ahogaba el cóctel de ustedes! - Romi me bañó la cara con sus jugos.   
-Bueno, nenas…, no tengo más remedio que descansar…
Toda la concha de Patri quedó brillante y limpita.
-Claro, nosotras también. – Patri perdió el equilibrio. Se despatarró sobre el cuerpo de Romi.
-Voy a preparar el desayuno. – Romi se sacó de arriba el cuerpo de su “socia”, se levantó, con los jugos, míos y de Patri, chorreando por su cara.
-¡Ojo! - Le dice Patri. - No vayas a mezclar ...

... el café con lo que tenés en la boca, ¡sería un desperdicio!
Seguro que habían planeado todo. Sí, era un muñequito en las manos de las dos mujeres.
-Le baño y me visto.
-Yo también. – Patri salió hacia su dormitorio.
	Ya vestido, salí y fui a buscarle. No había cerrado la puerta. Semi desnuda-vestida, sonrió.
-Esperame un minuto. Enseguida termino. Vení, subime el cierre. – Tenía un hermoso vestidito celeste. Se dio vuelta para que hiciera lo que pedía. Por supuesto lucía espléndidamente la redondez del culo. No tenía corpiño. Antes de subirle el cierre pasé las manos bajo el vestido, para acariciar sus tetas. 
-¡Eh, eso es trampa!
-Con vos no hay manera de evitarlo. – Luego de cerrarle el vestido, Patri se dio vuelta y me besó con dulce beso de lengua. ¡No hay manera de evitarlo! ¡Tenía la pija de vuelta al palo!
-Bajemos que Romi nos espera con el desayuno. – Patri me tomó del brazo y fuimos hacia la escalera.
	¡Sorpresa!
-¡Muy bien! Allí vienen los amantes. ¿Pasaron bien la noche?
-Para nada señorita. ¡Cada uno en su dormitorio!
Araceli estaba sentada a la mesa. También esperaba para el “desayuno”.
Cuan bajamos, por supuesto fui hacia Araceli, y me incliné  para darle un beso. Ella se paró, me abrazó, y me beso ardientemente en la boca, con uno de sus increíbles besos de lengua. Tal vez quería decirle a “las tias” ¡ojo! ¡este tipo es mío!
	Romi vino desde la cocina con la cafetera y una jarra de leche. En la mesa estaban las facturas. ¡Cómo dos docenas! Era el ...