Los blanquísimos jamones 5 - Relatos Eróticos

Los blanquísimos jamones 5

... “aporte” de Araceli.
	Conversamos de todo un poco, sin tocar el tema de “nosotros”. Avanzando la mañana Araceli comentó: “tenemos que pensar en el almuerzo.” 
-¡No terminamos de desayunar y vos pensás en el almuerzo! – Como siempre la risa de Patri sonó cristalina.
-Claro. Dany y yo iremos a comprar algo.
	Araceli estaba diciendo que se quedaría a almorzar…, y luego a “dormir la siesta” conmigo. ¡Estaba claro! “las tías” comprendieron inmediatamente.
-Bueno. Lo que quieran. Romi, práctica, intervino. – acá a la vuelta hay una pastería que tiene muy buena mercadería y también venden una salsa casera muy rica.
-Listo. ¡Vamos!
Araceli estaba muy interesada en hablar a solas conmigo. Nos levantamos y salimos. Araceli tenía llave.
Nos abrazamos, besamos y caminamos hacia el negocio.
-¿Qué tal como la pasaste? ¿Con cuál te acostaste? Me dijo Romi que ella estaba en “buenos días”, pero a Patri le faltaban algunos más…
-Si. Me acosté con Romi…, pero no sabremos hasta dentro de dos o tres semanas, por lo menos, si quedó embarazada.
-¿Y qué tal fue?
-Muy bueno, sin duda, es una mujer hermosa, y… sabe cómo hacerlo.
-En una palabra ¡cogieron bien!
-Si, sin duda.
-¿Mejor que conmigo?
-¡Vos sabés qué eso es imposible!
	Llegamos al negocio. Compramos lo que pretendíamos y regresamos.
-Probaremos esta tarde, a la hora de la “siesta”.
-¡Fantástico!
-Parece que no te quieren dejar ir. Me habían dicho que venías el viernes, nada más… Luego esperarías a Patri.
-Lo que pasó ...

... es que anoche terminamos muy tarde de cenar…, y con… bastante vino encima. No quería manejar… y me pidieron que me quedara.
-¿Y te acostaste con alguna? – Araceli quería averiguar todo.
-No, para nada. Vos sabés que luego de comer y beber mucho… no puedo. Tengo que dormir.
	No le dije las “travesuras” que hicieron “las tías”. En todo caso que le digan ellas. Yo no mentí.  
-¿Sabés qué creo? Que te van hacer quedar todos los días necesarios para coger con ellas hasta que estén seguras que alguna de las dos quedó embarazada. 
-¿Te parece?
-Estoy segura. Y… ¿sabés por qué?
-¿Si?
-¡Porque estoy segura que les encantan coger con vos!
	Araceli rió y abrió la puerta. Entramos riendo.
-¡Ah! ¡Los chicos están contentos! – Romi fue la primero que vimos. – Espero que sigan “divirtiéndose” todo el día.
-¡Eso haremos! – Araceli “marcó la cancha”.
	 Pasamos el tiempo conversando y riéndonos. Cuando Patri dijo que prepararía el almuerzo, Araceli sugirió que vayamos a “acomodar” el dormitorio. Subimos abrazados…
-No tarden mucho… ¡que en 15 minutos tengo la comida! – Patri nos estaba diciendo que no cogiéramos todavía… 
	Fuimos al dormitorio en que yo había dormido.
-Están bastante revueltas las sábanas…
-Me debo haber movido mucho…
-¡Jajaja! ¡No te estoy controlando ni criticando!
-Pero es cierto. ¡No cogí con ninguna! Durante la noche… digo… Fue cuando me desperté, antes del desayuno. –Seguro fueron a buscarte. Hicieron bien… ¿Fue Patri, no? Cuándo se fueron a dormir, Romi ...