Aromas y especias
Fecha: 18/01/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: CalmaSola, Fuente: CuentoRelatos
... sabía si el contacto de la canela contra la carne era también afrodisíaco, pero la sensación que quedó dentro de mi cuando quedé mi vagina quedó vacía era indescriptible. Jamás había sentido nada así. Era como si todos los puntos sensuales de mi cuerpo se hubiesen concentrado allí.
No aguantaba más...quería que me penetrara...y lo quería ya...
Te quiero dentro de mi...ahora...
Se puso sobre mi, haciendo que yo abriese mucho las piernas, sujetándomelas por debajo de las rodillas y levántadolas, aunque teniendo cuidado de que yo no resbalase. Entonces sentí la punta de su verga acercándose a mi entrada, tanteando, como pidiendo permiso para entrar...
Hazlo...vamos...
Entró. Con fuerza. De una sola vez y hasta el fondo...
Mi espalda se recorrió por el espasmo. Era maravilloso, sentir su cuerpo dentro del mío por fin.
Comenzó a bombear dentro de mi, primero despacio, moviendo su cadera en círculos, como si quisiera que cada milímetro de su miembro entrara en contacto con cada parte de mi húmeda cueva.
El contacto de su pubis con mi clítoris era continuo y hacía que me estuviese volviendo loca.
El ligero bombeo pronto se convirtió en una sucesión de fuertes embestidas.
Yo quería llevar mis manos hasta sus nalgas para ayudarle a entrar más dentro de mi, pero no podía hacerlo por la postura y él no parecía querer cambiarla. Sin embargo me dijo.
Usa las manos en la rama que te queda. Mastúrbate el culo ...
... con ella mientras te follo...
Me quedé sorprendida, pero una vez más me pudieron su voz y sus ojos que no dejaban de mirarme profundamente.
Llevé mi mano hasta mi ano. La vara había salido ya unos centímetros debido a sus penetraciones, así que no me fue difícil cogerla y empezar a moverla dentro de mi. Raspaba, pero otras sensaciones más fuertes superaban el pequeño dolor que producía...
Estaba al borde del orgasmo. Cada penetración de su verga y del palo de madera me acercaban más y vi que a él le faltaba poco...
No se decir quién empezó primero a convulsionarse, pero creo que el comienzo del orgasmo de uno provocó el comienzo del orgasmo del otro...
Ambas espaldas encorvadas, chocando el cuerpo de uno contra el otro, gemidos, casi gritos por mi parte...
Largo prolongado..me hizo olvidarme del resto del mundo incluso de seguir moviendo mi mano.
Cuando mi orgasmo estaba a punto de empezar a decaer, el llevó la mano a mi culo y sacó la vara poco a poco, haciendo que con cada milímetro de especiada madera que salía mi orgasmos se prolongara un poco más.
Cuando me dejó bajar las piernas caí agotada. Él se dejó caer sobre mi pecho apoyando su mejilla sobre uno de mis senos medio tapados por el agua...
Volví a respirar profundamente pero esta vez, estaba cogiendo aire para emitir un suspiro de bienestar. Y en ese aire volví a sentir el aroma de la canela y el sexo...
Aromas y deseo...especias y sexo...