Boutique “la cariñosa” 5 - Relatos Eróticos

Boutique “la cariñosa” 5

... medida que yo me movía. No utilizaban las manos conmigo; se acariciaban el clítoris mutuamente.
-¡Hay va! 
Se acomodaron con la boca bien abierta y la lengua afuera. Cuando el semen saltó ambas absorbían lo que podían. La bocas y las lenguas juntas. Creo que Lori fue la más prolífica. Compartió el semen que había recogido con Yoli… Se besaron y ambas tragaron. Yo no tuve más remedio que tirarme en el sofá…
-¡Estas cansadito, mi amor? – Yolanda preguntaba. Ambas se reían…
-Que querés que te diga…, si tuviera 20 años menos seguiríamos cogiendo hasta la madrugada de mañana…
-Estuviste muy bien. ¡Me gustó mucho! – Lorena me alentaba. ¡Era divina!
-¿Nos lavamos? Hay que ir a trabajar…
-Si, no hay más remedio…
-Y la próxima te venís preparadito. – Yolanda también me alentaba. - ¡Como para dos sesiones!
-Eso espero. – ¡Si que estaba bueno! Había zafado de las tardes con Camila y Yoli, y ahora tenía las mañanas con Yoli y Lorena… ¡Qué vida de sobresaltos! 
Nos lavamos todo lo bien que pudimos, dado que en ese bañito no hay ducha, y nos vestimos. Obviamente yo fui el más rápido, no solamente porque no tenía que “componer” mi imagen, sino porque quería irme rápido, antes que las chicas me hicieran pasar vergüenza…
Pero…, siempre hay alguna novedad con estas minas, siempre…
Al día siguiente, a  eso de las diez, yo estaba en la obra tratando de no perder el ritmo para evitar quilombos. Y sonó el teléfono…
Era Lorena.
-¿Yolanda te dio mi numero?
-No nene, fue Camila. ...

... 
-Pero… ¿Por qué? 
-Porque yo se lo pedí… Quiero que vengas a casa… para… estar conmigo… 
-¡Pero tus hijas van regresar de la escuela! 
-¡A la 1! Faltan casi tres horas para eso. ¡Imagínate todo lo que podemos hacer!
Eso era cierto. ¡Todo lo que podemos hacer! ¡No sé si mi corazón aguantará!
A las 11 menos cuarto estaba en la puerta de la casa de Lorena. Ya me había dado cuenta que no le había pedido la dirección ni ella se había preocupado. Evidentemente sabía que había ido a coger con sus hijas. 
Estaba tan preciosa como cuando la había conocido, aunque más “desabrigada”. Un top de fina tela que transparentaba sus pezones, y una tanguita que apenas tapaba el papo. Todo muy bien… ¡vamos, vamos, no perdamos tiempo!
Cuando me bajó los pantalones y le saqué el top para que luciera sus impresionantes tetas, Lori se iba  poner a chupar…
-Mi amor… por qué no hacemos un 69, así nos entretenemos los dos. ¡Tenés un sabor que me encanta!
Así que nos acomodamos, yo abajo, ella arriba.
Ahora sí que había gemidos, y cada mamada era un gemido, y cada lamida otro. Le encantaba tanto como a mí. Lo hacíamos lentamente, yo pasando la lengua prolijamente por todos por sus labios, y la introducía en la vulva, mordisqueando el clítoris… Ella me besaba y lamía el glande, pasando la lengua por todo el tronco. Se la introducía en la boquita, sin dejar de lamer… Lorena tenía escalofríos. Yo temblaba…, y acariciaba todo su cuerpo hasta donde llegaban mis manos. ¡Qué piel!
Sentía como tomaba el ...