¡Esa tarta de manzanas! - Relatos Eróticos

¡Esa tarta de manzanas!

... ganas. No pasaron muchos minutos cuando sentí que los huevos se ponían duros y el semen subía. Lo recontra llené. La japonesita había hecho muy bien su trabajo de calentamiento. El chico se masturbó en cuanto yo hube acabado y acabó salpicando el césped. 
Muy sonriente me dijo “thank you”…, se agachó y me la limpió prolijamente. Siempre sonriendo se colocó el slip y se fue corriendo hacia el mar. ¡Espero que no chorreara demasiado antes de llegar al agua! ¡Yo quede más cansado que antes de tirarme en el pasto!
Volví al lugar original, donde había escuchados los gemidos. Traté que sea en el máximo silencio. No volví allí porque supusiera que podría seguir oyendo los gemidos, sino que era el lugar más cómodo y fresco. No más gemidos. Me eché nuevamente para relajarme y dormitar un momento. No me hice problemas por Ari. Estaba seguro que hablaría largo y tendido con Kirky. Además sabía dónde me tiraba. Podrá venir a buscarme.
Estaba en silencio, con los ojos cerrados, recuperando mi respiración.
-Hola señor, ¿se divirtió?
¿Y ahora qué?
La japonesita estaba parada a mis pies, sonriendo. ¡Pero eran dos! ¡Yo estaba borracho! ¡Dos imágenes de la misma!
-No se preocupe señor. No está borracho - Habla la segunda imagen. - Si somos dos…, hermanas, pero no gemelas.
-¡Jajaja! - Ambas reían.
-Lamentamos mucho haber interrumpido su descanso, señor…
¿Japonesas? ¿Cómo hablan tan bien castellano?
-Lamentamos mucho…, pero pudimos ver como un muchachito rubio estuvo muy cariñoso con ...

... usted… - La que habló era la otra.
¿Pero cómo? ¡Vieron todo!
-No hay problema, señor… 
-…ninguno… 
Ambas se turnan para hablar… ¡Recuperé la sobriedad! Si, eran dos, muy parecidas, pero no mellizas. Muy bonitas, con buenas tetas…, dado que estaban, como acostumbra Ari, sin el corpiño de la bikini, y una bombachita mínima. 
-Nosotros también nos divertimos…
-Ud. se dio cuenta…
-…esperamos que la molestia no haya sido tanto…
-…pues usted respondió muy bien y tuvo su compensación, ¿no?
Seguía asombrado por su calidad idiomática… y su falta de vergüenza… 
Decidí tomar las “riendas”.
-¿Cómo hablan tan bien castellano?
-No somos japonesas…
-Nuestros padres son japoneses…
-¡Nosotros somos peruanas! ¡Jajaja!
-¡Con razón! Si…, en Perú hablan el mejor castellano de América Latina…, por lo menos quienes tienen oportunidad de educación…
-El señor tiene razón…
-Y son hermanas… ¿no?
-Si… 
-Yo tengo 27 y ella…
-21…, y estamos muy contentas de haberlo conocido…
-¿Están solas?
-Con nuestros padres…, pero…
-Bueno…, algunos gustos no queremos dar… 
-Ahhh, si entiendo…
-Y usted también ¿no?
-Si…, su esposa viene más tarde… y usted aprovecha…
¡Lo sabían todo, y yo ni las había visto!
-En realidad no vine a conquistar nada. Solo a relajarme un poco…, antes de que mi pareja venga al mar…
-Hace muy bien…
-Seguro… Tiene un despertar “trabajoso” ¿no?
-¡Jajaja!
-Su… pareja es muy hermosa… Seguro que no desperdician nada…
-…en lo posible… - Les daba la razón…
-¿Y queda ...