1. "Con mi madre en la tormenta"


    Fecha: 13/05/2021, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... acabarte en las tetas mami, quiero que me hagas una turca.
    Date el gusto bebé, date el gusto.
    Y así puse mi pija entre sus enormes tetas que eran dos algodones y que ella sabía amasar con sus dos manos. Entre tanta franela de pija y teta no pude aguantar y la leche salió por litros. Chorros de guasca se posaron sobre la cara, la boca y las tetas de Karina, que quedaron completamente blancas. 
    Con sus dedos se escurrió la leche de las tetas, se las refregó por los pezones y luego se chupó los dedos, amén de haberse tragado toda el semen que le cayó en la boca. 
    La cara de satisfacción de Karina luego de llenarla de leche fue inolvidable. 
    Pero claro, faltaba todavía más. Descansamos un poco, abriendo una botella de vino que estaba en el frigobar. Tomamos una copa, charlamos de sexo en medio de la noche tormentosa y luego de unos minutos decidimos repetir el acto sexual. 
    En esta ocasión, tumbé a Kari sobre la cama y empecé a chuparle la concha una vez más. Con mucha fricción de mis labios con los suyos vaginales y meta dedo para hacerla gemir. Después de un rato acabó otra vez y me pidió chuparme la pija, cosa que accedí inmediatamente. Me volvió a mamar la pindonga de una manera magistral. Nada me calentaba más que ver a mi madre chuparme bien la pija. Me ponía muy cachondo ver su mirada al chupar. Como miraba a mi pija sedienta de sexo y como me miraba a mi de manera seductora y con la cara bien pero bien puta. 
    Con la verga al palo se la puse otra vez, estilo ...
    ... misionero. De esa manera podía manejar bien las embestidas y regular el ritmo para darle todo el placer del mundo. Como ya había eyaculado estaba más tranquilo y podía dedicarle varios minutos a una cogida plena, bien adentro de su concha para hacerla acabar varias veces. Estuve como veinte minutos bombeando sin parar, de menor a mayor mientras nos besábamos frente a frente, nos decíamos todo tipo de guarradas y nos calentábamos uno al otro con nuestras miradas llenas de morbo. 
    Cuando estuve por acabar aumenté mi ritmo de manera veloz y Kari pedía leche a gritos: 
    Quiero que me llenes de leche la concha mi amor, si, quiero tu leche calentita adentro, ya no puedo quedar embarazada, así que descarga todo en mi pendejo, quiero tu leche, quiero tu lecheeeeee!!!!!!!!!!
    Y entonces terminé por segunda vez inundando la vagina de mi madre. Ella, al sentir mi semen adentro tuvo un orgasmo brutal acompañada por espasmos y temblores en todo el cuerpo. Por mi parte, la cantidad de leche que salió me hizo casi acalambrar la pija. Nos quedamos un buen rato con mi pija dentro de la su concha mientras nos besábamos románticamente a la par que se nos iba normalizando la respiración luego de una tremenda excitación conjunta.
    Nos quedamos dormidos un par de horas, desnudos y abrazados, como dos amantes enamorados. Al amanecer desperté porque mi madre estaba haciéndome por su cuenta una mamada espectacular. Abrí los ojos y vi como Karina estaba meta chuparme la matraca. Se me puso dura ...
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