Pregunta Comprometida
Fecha: 01/06/2021,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... Cambié de teta e invertí las “funciones”. Chupaba el pezón derecho mientras acariciaba la teta izquierda. ¡Qué hermosas eran! ¡Grandes y firmes!
En ese momento sentí su mano sobre mi entrepierna. Sin ver, suponía que la sensación del tremendo bulto le encantaría. ¡Acá no tenía pantaloncitos de futbol! Pero…, previendo los sucesos, me había puesto un cómodo pantalón de verano elastizado en la cintura. Laura no encontró barreras. Metió su mano bajo el elástico y llegó al calzoncillo. Siguió con su mano pegada a mi vientre, y por debajo de la tela llegó al pene, duro y erecto como columna de alumbrado…, y acarició la “luminaria”. ¡Oh Dios! Cuando sentí su mano tomando el glande tuve que hacer un supremo esfuerzo mental para no acabar ahí mismo.
¡Esto no podía seguir así! ¡El 7º de caballería tenía que atacar! Mientras seguía besando sus tetas tomé con ambas manos el vestido de Laura y lo bajé hasta su cintura. Apoyándose en las piernas y la cabeza, levantó el culo para que saliera. No hubo necesidad que abandonara sus tetas. Con la mano libre Laura lo bajó hasta los tobillos… ¡y lo mismo hizo con la tanga!
Era mi turno. Levanté el culo y Laura se encargó de liberarme pantalón y calzoncillo. Por la cabeza saqué la remera. Ambos “pataleamos” para sacar sandalias y mocasines –lo que yo tenía-, y no quedó ninguna molestia más. ¡Ni un segundo de dudas! Me levanté como un rayo, me hinqué y fui directo a su sexo. Laura abrió las piernas. ¡Me estaba esperando! Besé los ...
... muslos, muy cerca de la vagina y me encaminé con la lengua hacia sus labios. ¡Si yo estuve a punto de acabar…, Laura estaba inundada! ¡Qué placer!
¡Esos muslos! ¿Te acordás que te hablé de los blancos jamones? Estos son tan hermosos como aquellos…, pero no blancos… ¡canelas! ¡Criolla para todo!
Pequeños besos en la superficie exterior de la vagina…, lengua enrulando su suave vello –no depilado pero si prolijamente recortado-, hice un recorrido general…, y volví al perineo. Comencé a subir besos y lengua por los labios exteriores. Lengua, mucha lengua, todo lo que diera, en la vulva. Exquisita penetración. ¿Todas las mujeres tienen tan exquisito sabor y aroma o son las que a mí me tocan? ¡Ahhh! Para saborear mis propios labios… Con una mano recorría sus tetas, acariciaba los pezones…, y con la otra apretaba todo lo posible la base del tronco del pene a fin de retrasar la eyaculación…, que me desesperaba…
Sentí temblar a Laura. Estaba gozando o era gran artista. Rápidamente lo sabré. Fui al clítoris, hinchado y tembloroso. Por lo menos, así me parecía. Lo besé, lo acaricié con la lengua, lo apreté y tiré con los labios… El orgasmo llegó en segundos. Tremenda sacudida, estremecimiento, jadeos, gemidos…
-Ahhh! ¡Ahhh! ¡Ahhh! - Laura no me había tomado la cabeza. No sé dónde estarían sus manos.
Su exquisito jugo agridulce, con toques de vainilla, inundaron mi boca y mi rostro. Yo parecía un enólogo tratando de descubrir sabores y aromas… Cuando levanté la cabeza sus dedos estaban ...