MI JUGUETE NUEVO - Relatos Eróticos

MI JUGUETE NUEVO

... minutos mientras mi chico emitía gruñidos incontrolables de placer y me masajeaba la cabeza y el pelo hasta que me disparó una leche sabrosa, caliente y abundante. Me llenó la cara y el pelo, mi boca paladeó con gran placer esa gran venida, le limpié el miembro hasta que solamente quedó húmeda con mi saliva, justo a tiempo cuando salían los dos socios de la tienda de la gasolinera, con prisa me recompuse el pelo, me limpié como pude la leche que se anidaba en la cabellera y me hice la adormilada, me despabilé, tomé los cafés, los distribuí a mis dos amantes mientras platicaba con mi marido como si nada hubiera pasado, me pareció observar en su frente como si le comenzaran a brotar dos cuernos, reí para mí la ocurrencia prometiéndome a mí misma hacer que le crecieran hermosos y gigantescos, a fin de cuentas él también ya había tenido aventuras hasta con su socio. Maricón…
	No tomé del café, quería guardar un rato el sabor de leche nueva y hasta convidarle a mi marido cuanto le diera el beso de despedida.
	Me despedí de mi marido con un beso apasionado en la boca, haciendo que paladeara la leche de su sobrino.
	Regresamos a la casa, llegando me comuniqué con mi marido para asegurarme que no me molestaría durante un buen rato, me dijo que ya estaba a punto de abordar el avión, así que tenía tres horas antes de que se comunicara de nuevo conmigo para indicarme que había llegado con bien, yo me bañé, le ordené a Alberto que hiciera lo mismo, me puse unas panataletitas sexis, ...

... un brassier llamativo y me fui a su cuarto, Rosalba tenía órdenes de no molestarme.
	Abracé a mi nuevo y único, hasta hoy, amante masculino... aparte de mi marido. Le planté un beso mientras él me pasaba de manera torpe sus manos por todas las partes de mi cuerpo donde alcanzaba. Le ofrecí mis pechos los cuales me apretó muy duro y luego los chupó de manera novata con sus hermosos labios. Yo toqué su verga, ese instrumento que ya había sido objeto de muchos sueños, se lo sobé pausadamente ante la mirada de asombro de mi amante. Antes de darle su repasada miraba las expresiones de la cara de mi nervioso amigo, le pregunte cual era la causa de su miedo a lo que él me dijo que era su primera vez ¡que emoción! A mi edad iba a estrenar un macho ¡y qué macho! Con un cuerpazo muy bonito, un trasero hermoso, una bella verga, una cara guapa y ¡nuevo! ¡mi juguete nuevo!
	Con esas motivaciones le proporcioné una inolvidable felación, desde esa gran cabeza brillante hasta sus impresionantes y peludos huevos, los cuales me los introducía de manera alternada en mi boca hambrienta. Haciendo esfuerzos grandes, me introduje ese gran pene hasta a la garganta ante el azoro de mi amante al cual observaba de vez en cuando para ver su expresión facial, la gran mamada terminó cuando comprendí que si seguía así no iba a poder invadir mi vagina hambrienta, así que me acosté en la cama. Mi sorprendido amante me dio un beso saboreando sus propios jugos, luego me mamó los senos de una manera hambrienta ...