MI JUGUETE NUEVO - Relatos Eróticos

MI JUGUETE NUEVO

... dormido moviéndose levemente inquieto, luego me prendí de su hermoso pedazo de carne, mi juguete nuevo, mi palo dador de placer, mi falo rejuvenecedor. Le di una soberbia mamada. No batalle mucho para lograr la erección, ese macho tenía muchas fuerzas debido a su juventud, luego, con la verga erecta, me subí en sus piernas y jugué un rato, mucho rato, pasándola por mi raja chorreante, por todo lo largo hasta rozar un poco mi culito apretado, por momentos me sentaba haciendo una visión extraña, parecía que ese pene era mío en el sentido de que yo era una mujer con pene. De vez en cuando me bajaba y se lo seguía chupando arrancándole gruñidos de placer aun estando adormilado.
	Seguía jugando y jugando con él hasta que me lo introduje y comencé a moverme lentamente, por momentos en círculos, luego me sentaba totalmente en él, descansando por instantes, hasta que ya ansiosa, lo cabalgué furiosamente, lanzando gemidos que terminaron de despertar a mi amante el cual comenzó el toqueteo desesperado por todas las partes hasta donde alcanzaba, manos le hacían falta al cabrón para tener todo mi cuerpo al mismo tiempo, tuve un orgasmo regular con su boca en uno de mis pechos y las manos en mis nalgas, luego otro más y finalmente un tercero abriendo al máximo y mi cuerpo echado hacia atrás, luego me dejé caer de ...

... espaldas, ya estaba lista para que me tomara de misionero, se subió encima de mí y yo, con las piernas abiertas al máximo, jadeando, gimiendo y con mis manos en sus nalgas que se movían bien rico, terminé al mismo tiempo que él, su leche había disminuido un poco en relación al día anterior.
	Todavía con él dentro de mí, encimado, Rosalba tocó tímidamente y yo, de cabrona, le di el paso para que nos encontrara aun ensartados, nos miró sorprendida, con algo de morbo y un dejo de coraje por celos, yo le guiñe un ojo y le mandé un beso que calmó un poco su expresión, me dijo que mi marido me requería por teléfono.
	Le ordené a Rosalba preparar un suculento desayuno para mi querido semental y yo me fui a conversar con el recién cornudo…
	Mi amante se fue a trabajar no sin antes darme un buen faje delante de Rosalba, yo me fui a la tina de baño a relajarme.
Rosalba llegó furiosa a observarme, pero no pudo con mi sonrisa de felicidad, la convencí que me diera un buen masaje en la tina, luego me secó para posteriormente darme un buen masaje con su lengua en mi raja. La sentí divina, estaba adolorida y esas caricias le hicieron bien a mis partes íntimas, me arrancó un dulce orgasmo con lo cual mi querida lesbiana lanzó una mirada de triunfo, me porté muy cariñosa con ella para que siguiera colaborando conmigo.