1. Mi hermano, su esposa y yo II.


    Fecha: 18/07/2021, Categorías: Tus Relatos Autor: Anonimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... con leves movimientos de su cara se armonizaba con su vagina, estaba haciendo lo posible para que la penetración fuera placentera y no dolorosa, sabiendo eso, trate de introducirme poco a poco, sentí cada pliegue de sus labios y su adaptación a mí. Después de medio cuerpo de mi pene dentro de ella, la vi abrir sus ojos y complaciente decirme esta muy rico, ese momento aproveche para meterlo con toda mi fuerza hasta el fondo y robarle un gesto de dolor por lo inesperado del movimiento, estando hasta el fondo y sin moverme le sonreí, le dije, me gustas mucho, como quisiera cogerte todos los días, me encantas toda, a lo que contesto; a mi también me gusta comerme a los dos hermanitos, están ricos, concluyendo su comentario con una pregunta…dice e, que si puede venir ahora y estar aquí con nosotros. Pegados como estábamos me concentré a decirle, en otra ocasión, todavía no puedo verle de frente, siento pena, me da vergüenza. Hasta hoy en día, haberle dicho que no entrara fue la respuesta más estúpida que ha salido de mi boca, es la decisión de la que más me arrepiento. Siempre imagino lo que hubiera pasado estando el, su esposa y yo dentro de esa recamara aquella noche. Volví en sí, cuando sus contracciones vaginales me hicieron sentir que estaba dentro de ella, el poco movimiento que le permitía con mi peso era suficiente para permitirle succionarme, era toda una experta en el arte del placer, cogía muy rico. Me permití en la posición del misionero cogerla por un tiempo, era ...
    ... muy rico entrar y salir de ella, por momentos detenía el movimiento y dejaba respirar mi pene, sus fluidos vaginales hacían que mi falo brillara, se veía majestuoso, orgulloso de poder saborear las mieles de mi cuñada. Tomándola de los tobillos subí sus pies y los pose en mis hombros, era el momento que sintiera todo el poder de mi virilidad, sabiendo eso ella me recomendó introducirlo con cuidado, dirigí mi pene a su vagina y me deje caer con mucha fuerza arrancándole un ahhhhhh, en lo sucesivo lo disfruto con demencia, estaba extasiada por mi movimiento de cintura, el sonido que producía el choque de sus nalgas y mi pelvis era fuerte, lo exageraba para que fuera escuchado por mi hermano, me gustaba la idea que pudiera estar viendo como su mujer disfrutaba de la cogida que le daba. Así,  después de cogerla en esa posición, me separe de ella, quite mi pene de su vagina y le dije se pusiera en cuatro, en la posición de perrito, a lo que ella sin recato se acomodo en la cama y me puso de frente su vulva, vi cada pliegue de su vagina, sus labios eran hermosos, sus nalgas redondas y firmes, eran la provocación exacta para quererme encimar de nuevo, mi virilidad que estaba erguida la dirigí a la abertura que aun no cerraba por el grosor de mi falo, lo metí lentamente y volviendo a sentir su calor la tomé de las caderas y la traje hacia mi, la redondez de sus nalgas y yo pegado moviéndome de atrás hacia adelante era la escena perfecta de fornicación. Verle las nalgas a mi cuñada y ...