51.2 Uso y abuso en un coche
Fecha: 24/01/2018,
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Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... se quedará en Lille, se van despidiendo y otros quieren conocer un poco de la ciudad.
No voy a olvidar a David y Juan que han venido desde Derby, acompañados de la novia de David, me la presenta por primera vez y la veo preciosa, y todos los demás, aunque no los nombre.
Paseamos hasta el hotel con mi madre a nuestro lado, está satisfecha de cómo ha transcurrido la comida, después de estar un rato con ella hablando, la dejamos para ir a descansar a la habitación.
Los más curiosos quieren hacer turismo y han salido a ver calles y edificios y otros están descansando de la noche pasada para poder aguantar esta nueva que celebraremos invitados por Lucas en la antigua disco.
-Ven Daniel, ven a mi lado. –está apoyado en el marco de la ovalada ventana mirando la calle. Me acerco para abrazar su talle y sigo su mirada, veo los meandros del río, más allá de donde tiene su casa Anwar y su familia, el parque Bois de la Deûle dentro del conjunto de laCitadel, las torres espigadas de las diferentes iglesias, el altísimo Le Beffroi, mi hermosa Lille que voy a dejar.
-Es muy bonita la ciudad. –su brazo desciende de mis hombros para pasar a mi cintura y estrecharme contra él.
Dejo de mirar la ciudad y ciño su cintura con mis brazos depositando mi cabeza sobre su pecho, aspiro el olor que emana de él, me da la impresión de que está creciendo o yo disminuyo al no llevar los zapatos puestos, me saca más de lo que es su cabeza y no puedo llegar con mis labios a su ...
... cuello.
-La voy a extrañar, pero sabía que esto no duraría, que como máximo en agosto tendría que hacer el equipaje, solamente se ha adelantado tres meses.
-Has estado impresionante en la comida, no podía dejar de mirarte cuando te movías entre las mesas, ¿has podido comer algo? -me oprimo más contra él y río besando su camisa.
-¡Oh!, Martine se encargaba de que probara de todo, y tenía que aprovechar la magia de tener tanta fuerza espiritual en la sala, gente a la que amo reunida en tan pocos metros. –el calor de nuestros cuerpos traspasa las telas y lo puedo sentir.
-No te he dado las gracias aún Gonzalo. –elevo la cabeza para darle un beso pero tiene que ser él, el que baje la suya a mi encuentro, sus labios tan calientes y olorosos se unen a los míos.
-No tienes que agradecerme nada creo yo. –mi mano va hasta su cara para coger su barbilla y estirar un poco de su barba.
-Por todo lo que has hecho para que la reunión sea posible, vosotros habéis conseguido que este sueño se convierta en realidad, Evans, mamá, tú. Gracias cariño mío, te quiero, te quiero tanto. –rodeo su cuello con mis brazos poniéndome de puntillas, el me sujeta de mis glúteos y me eleva hasta que mi boca llega a su cuello y le muerdo comiendo su carne y sus pelos.
-Tengo ganas de ti, ¿te apetece hacerlo? -su respuesta es abrazar mi cintura sin dejarme en el suelo y unir nuestras bocas empujando hasta que creo que me va a romper el cuello.
-Te amo Gonzalo, quiero ser tuyo para siempre, ...