¡Mi amiga me dió la mejor lección de sexo! - Relatos Eróticos

¡Mi amiga me dió la mejor lección de sexo!

... entonces, si sabía lo que era el gagging, pero nunca lo había experimentado y menos porque se ve algo rudo, mi respuesta inmediata fue, ¿oye pero si te lastimo?, no lo dije porque me sienta el señor tripie, de hecho estoy muy en el promedio tanto en grosor como en tamaño, pero puedo decir que es lo suficientemente grande como para que ninguna de mis ex se lo haya podido meter todo… lo que me dijo a continuación me dejó sin palabras – No, no te preocupes, ¿Qué puede pasar? ¡A lo más que podemos llegar es a que te vomite el pito! – Siendo honestos me quedé frio, ahí estaba parado con una vieja a mis pies rogándome para que me la mamara y yo con mis “sentimentalismos”.

En un abrir y cerrar de ojos di paso a mis bajos instintos, me agaché y la besé, la tomé de la cara con una mano y le dije - ¿quieres comerte mi pito?, le escupí en la boca, y se lo comencé a meter despacio primero para ver como reaccionaba, no hay forma en que les describa lo que sentí y lo que ví, como fue desapareciéndolo por completo, no apartaba su vista de la mía, ambos sabíamos que así debía ser, sin que ninguno se perdiera la expresión del otro. No pasó mucho cuando llegaron las arcadas, y luego el mete y saca rápido y profundo, de vez en cuando se hacía a un lado para jalar aire mientras le escurrían las lágrimas y la saliva por su ropa. Eso si, jamás vomitó.

 

Pasamos ahora a lo que yo quería (sí, pareciera que la mamada era más algo que yo propuse pero no, esa fue su idea) Le dije ven vamos ...

... al baño a ensuciarnos un poco más y luego a limpiarnos, - ¿Cómo? ¿De que hablas? Me pregunta.- Tu ven e híncate ahí en la regadera - le dije. Le acerqué mi pito y a su boca y le dije que la acariciara y que le diera unos besitos – ahora cierra los ojos - no hizo ninguna pregunta, solo los cerró. Como quizá hayan leído en algún otro de mis relatos, sabrán lo que viene a continuación, había tomado bastante agua simple antes de llegar al hotel y ya no aguantaba, comencé a miarla del cuello para abajo… al sentir mi agüita abrió los ojos y me dice ¡eres un cochino! Pero no se movió ni se sorprendió mientras la terminaba de bañar. Eres toda una perra miada Ale! Levántate que ahora si nos vamos a bañar.

 

Terminamos de asearnos y nos fuimos a la cama y me dice - Muy bien, ahora sigo yo, acuéstate boca arriba - Me la empezó a mamar otra vez y hasta ahí todo bien pero no sabía lo que me esperaba… de hecho me atreví a sacar conclusiones, de seguro me va a poner su delicioso culo en la cara, va a querer que la ponga así o asa… - Mi pensamiento se vio interrumpido con su demanda – ¡Levanta las piernas! – Me dice – Y yo ¿cómo? - Me sorprendió – Sí así como cuando tu me pones a que abra las patas para que me la metas… - No les miento, abrí mucho los ojos y me volví a poner nervioso- ¿Así? Y comencé a separar las piernas…

 

En toda mi vida sexual, no había sentido vergüenza a la hora del amor y su petición fue tan inesperada, que ni siquiera me dio tiempo de reaccionar… Apenas ...