Gotas de Maribel
Fecha: 26/01/2018,
Categorías:
Control mental,
Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos
... que son muy grandes, parecen un flan alto, tieso, moteado de pequeñas pecas rosadas, terminado en punta redondeada con pezones cortos de color rosa, rodeados de unas pequeñas areolas circulares del mismo color, en donde crecen media docena de largos pelos rubios —no se los quita porque a su marido le excita sentirlos cuando le come las tetas, joder, eso me suena de algo— Una alta cintura estrecha da paso al pubis, con vello muy rubio y denso, arreglado en un largo cordón brasileño que deja completamente a la vista los rosados labios del coño, y a un culo ancho y alargado, más bien grande, salpicado de pecas, que se sujeta en muslos atléticos, fuertes, al igual que las largas piernas. Está muy buena.
Tras chupármela lentamente durante mucho rato, ordeno que se ponga a cuatro patas sobre la cama —esas tetas tan cojonudas, moviéndose adelante y atrás son todo un gran espectáculo, excitante a más no poder— y es ella la que me pide que penetre su culo. No tenemos lubricante sexual, y aunque dice que no le hace falta, hago que me la ensalive todo lo que pueda, escupo en su rosado ano varias veces y entro con total facilidad. Me encanta sentir entrar mi capullo con lentitud y parece ser que también a ella —sí, sí, despacio; me gusta— así que durante muchos minutos entro y salgo profundamente, casi a cámara lenta. Apenas nos movemos, sólo un poquito de ritmo adelante y atrás por su parte, de manera que gozo viendo el bamboleo de sus pechos, hasta que mis urgencias me llevan a ...
... darle lospollazos que me merezco, deprisa, bien agarrado al comienzo de las nalgas, disfrutando de la imparable charla de la hembra, en voz baja, en un espanglish que apenas entiendo.
Lleva un par de minutos tocándose el clítoris con la mano derecha mientras yo sigo buscando mi orgasmo con un metisaca rápido, duro y profundo. Se corre durante muchos segundos, callada al principio, con los ojos cerrados, muy apretados, y dando unos gritos y gemidos en voz muy alta según va transcurriendo su orgasmo. Se queda descansando unos instantes con mi rabo dentro, dado que me he parado porque quiero que colabore en mi corrida. Cuando se la saco se tumba boca arriba con expresión satisfecha —espera un poco que ahora te la como— y en cuanto normaliza el resuello me acaba con una mamada muy buena, usando las manos en la tranca y recibiendo mi rápida potente eyaculación en la cara y sobre las tetas —le he pedido que se extienda el semen como si de crema corporal se tratara y lo hace casi mecánicamente, está acostumbrada— Guau, ¡qué gozada!
En unos días tienen cena con amigos de Antero en la casona, así que mañana por la tarde va a ir a la peluquería. Hago que quede conmigo inmediatamente después de comer, aquí en el hostal. Se la voy a meter hasta por las orejas, y no sólo porque sea la mujer de Antero —me da morbo, qué duda cabe— sino por lo buena que está.
Para la cena con los notables de la zona —todos le deben algo a la familia— ha llegado la gran jefa, Maribel Miravaux, de forma ...