1. Gotas de Maribel


    Fecha: 26/01/2018, Categorías: Control mental, Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... ¿verdad?
    
    No quiero contestar, no sé si quiero hablar con ella, pero sin saber por qué, comienzo a hablar sin callarme nada, me veo obligado a ello, no puedo evitarlo.
    
    —No entiendo la razón de algunos de los alcoholes y ácidos que lleva, no tiene sentido para mí
    
    —Pues ahí está el truco de un perfume, querido sobrino, en lo inesperado, en lo desconocido, en lo secreto. Espero que no te siente mal que te llame sobrino, yo siempre te lo he considerado, pero claro, en vida de mi padre y con el capullo de mi hermano de por medio, nunca hemos tenido ningún trato ni posibilidad de tenerlo. Creo que es algo que tú y yo debemos solucionar, ya va siendo hora
    
    Hemos estado hablando durante más de una hora, en especial sobre mí y mi interés en la perfumería —es como si me hubiera estado examinando— hemos tomado una copa, y como tiene el coche aparcado cerca de la puerta de mi casa, vamos paseando —no nos encontramos con nadie, el frío ya se nota— y antes de llegar da un traspiés —los adoquines son una verdadera trampa para las muletas— que casi acaba con ella en el suelo.
    
    Se ha hecho daño en la pierna escayolada, así que se apoya en mí y entramos en mi casa. Tras encender las luces y comprobar que está encendida la calefacción, le ayudo a quitarse el abrigo, a sentarse en el sofá y le ofrezco un antiinflamatorio, una copa —acepta ambos— rechaza ir al médico de urgencias, y prendo la televisión, de manera instintiva, como siempre hago. Ambos nos ponemos a ver la ...
    ... televisión sin decidirnos a hablar; evidentemente, estamos algo incómodos, quizás cortados.
    
    Están emitiendo una película ya antigua —Nueve semanas y media— y en este preciso momento Mickey Rourke le está echando unpolvazo de la hostia a Kim Basinger, sujetándola en volandas, apoyándola contra la pared de un callejón mientras les cae encima una lluvia torrencial. Estoy cachondo —igual da que hoy haya estado con Mina— y me muevo en el sofá algo inquieto. Sin darme cuenta he llevado mi mano hacia el paquete y me he acomodado la polla mediomorcillona, tardando más de la cuenta, como si estuviera valorando distraídamente las ganas de empezar a masturbarme.
    
    —Es muy excitante, verdad. Oye, ¿tienes alguna novia o algún apaño por aquí?, sé que sales poco para ser tan joven y no creo que la alemana esa que os da servicio a unos cuantos sea la solución, aunque está buena, eso sí
    
    No sé qué contestar a Maribel, salvo asegurarle que no tengo novia ni ningún rollo. Y me callo lo mucho que lo echo en falta.
    
    Mi tía —siempre he pensado en ella como tal, aunque fuera en la distancia— está sentada en el otro extremo del sofá de piel blanquecina que compartimos. Ha cumplido cuarentaiséis años este verano y siempre ha tenido fama de mujer guapa, elegante y atractiva. Sí, lo es, a mí también me lo parece, a pesar de la mueca de seriedad, como de mala leche, que tiene a menudo en su rostro.
    
    Ha sacado un espray negro de pequeño tamaño del bolso, igual al que yo conozco. Se acerca para quedar ...
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