El genio - Parte cuatro - Relatos Eróticos

El genio - Parte cuatro

... tuvieran alguna adicción o señales de embarazo.

Entretener a Juanita fue sencillo, ella tomó un largo baño y ya que estaba aseada, trato de ponerse algo de ropa, pero los cuerpos tan desarrollados de ambas chicas comparados con el suyo, hicieron que fuera imposible que algo de su ropa le quedase.

Así pues, con un vestido improvisado de una blusa y unas sandalias de baño pasadas las dos horas la joven fue llevada a la sala donde Daniel ya la estaba esperando, las mujeres le desearon suerte a Juanita y se retiraron y la dejaron a solas con Daniel.

-Bien cariño, solo hay una pregunta que quiero hacerte ¿Cuál es el nombre que más te gusta?

-Citlalli- contestó rápidamente ella.

-Bien Citlalli, quítate tu ropa y no te muevas hasta que te lo ordene.

Ya sabía yo- pensó- demasiado bello para ser verdad.

Sin embargo no se dió cuenta de que había cumplido con la orden, al verse desnuda lanzó un potente grito de pánico y trato de ir a la salida pero no pudo moverse.

-Cállate- Ordenó Daniel alzando la voz- ahora te relajaras, sentirás ansias de que te folle y esa sensación​ irá en aumento hasta el punto de que me pidas que lo hagamos.

Ella sintió una ola de calor en su cuerpo así como dos pinchazos en el brazo, la sensación de calor iba en aumento y se volvió insoportable hasta el punto en el que trató en vano de tocarse para mitigar el calor.

-Anda- rogó Citlalli- ven y cógeme, te necesito.

Justo en ese momento las esclavas salieron y se pararon junto a ...

... Daniel, ambas con un liguero, bra, medias y zapatos de plataforma blancos y contemplaron junto a su amo los cambios que los nanorobots estaban haciéndole al cuerpo de su nueva compañera.

El cabello largo de la chica se esponjo y se volvió más largo llegando más abajo de las rodillas, su piel pasó a un moreno más oscuro, sus ojos ganaron brillo y sus muy delgadas mejillas ganaron volumen al igual que su cuerpo, primero sus piernas comenzaron a crecer, más y más largas y gruesas, después su cintura y cadera aumentaron de tamaño hasta triplicar su volumen, su talle también aumentó, lo mismo que sus brazos hasta hacer juego con sus bien delicadas y largas piernas, su cintura pequeña en comparación a sus caderas y talle le daban una encantadora figura de reloj de arena, su pecho plano fue el último en cambiar, primero emergieron sus senos como pequeños volcanes, poco a poco aumentaron de tamaño, como globos de agua fueron ganando tamaño y forma y se detuvieron hasta alcanzar la forma de suculentas sandías.

Los cambios solo pusieron más caliente a Citlalli quien suplicaba que se la follaran de una vez, Sherezade la ayudo a acomodarse en el sofá mientras Daniel se quitaba la ropa.

-Ahora sí cariño ya puedes moverte libremente- ordenó Daniel.

Citlalli estampó al científico en el sofá y lo comenzó a cabalgar, sus caderas y el vaivén rítmico que imprimía la joven jalaron el miembro del muchacho hasta su base, ella presa del gozo gemía y aumentaba paulatinamente la velocidad ...