1. Mamá y las nenas 4


    Fecha: 02/08/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... lindo besito en la conchita?
    -Ahora no. Lo siento, pero no quiero empezar de nuevo.
    -No pasa nada si viene mamá. Ella nos dijo que cogiéramos con vos.
    -Ahora no. 
    	Miriam se asomó sonriendo. ¡Qué tetas! Se había estado masturbando. ¡Tenía durísimo los pezones! Miré para otro lado y la besé en la boca. Miriam sacó la lengüita. Quería seducirme para que me quedara.
    -No tesoro. Nos vemos el martes.
    -Chau malo…
    Al fin pude irme. Cuando salía la oí…, “¡Cami, vení a hacerme compañía!” ¡Van a coger entre ellas! 
    Y estuve hasta el martes sin mujeres…, excepto Araceli, claro. No quise “desgastarme” demasiado. Coger con Ari es la compensación diaria habitual, que por suerte no se hace rutina. Pero sabía que Miriam no se iba de privar de comerme hasta los huevos, como dijo Camila.
    El martes, a las cuatro y cuarto estuve en lo de Lorena. Tras la puerta me esperaba la nena. Y…, lo primero es lo primero. Me bajó los pantalones… y me recibió con una mamada…
    -Esperá, esperá, no quiero hacerlo acá.
    -Mamá te recibió así.
    -¿Vieron todo?
    -Claro. Mamá nos dijo que nos fijáramos como lo hacía ella. Es la manera de complacer al hombre y que nosotras fuésemos felices.
    -¿Y vos cómo sos más feliz?
    -¿Cómo? 
    -¿Cómo te gusta más? ¿En la concha, en el culo o en la boca? – Empecé con lo morboso de entrada.
    -De todas maneras y de cualquiera de ellas…, pero en el culo… ya me olvidé… - Miriam se paró, me levantó los pantalones y fuimos hacia el dormitorio de mami. - Mientras estés adentro ...
    ... mío, en cualquier lugar, yo soy feliz. Mamá dice que lo hagamos con todos, pero no es lo mismo con vos ¡Es otra cosa! ¡Sos único!
    -En estos días, cuando estuve de vacaciones, ¿cogiste con alguno?
    -Si. Con dos chicos…
    -¿Y cómo te fue?
    -No me gustó. Siempre son iguales… - Estábamos en el dormitorio y Miriam, supongo que por consejo de la hermana, había puesto dos sábanas. - En cuanto abro las piernas me la meten, sin caricias, palabras, ternura…, nada, y les importa un carajo si vos acabaste o no… ¡Una mierda!
    -Vos tenés que decirles de entrada, que si le viene antes que a vos, no vas a coger más con él. Vas a ver como te dan bola…
    Miriam tenía un vestidito que me llama la atención, pues es bastante especial, casi como si fuera de fiesta, de falda muy amplia. ¡Cómo para meterse abajo! Es lo que hice. Me agaché y metí mi cabeza bajo la falda. 
    -¡Jajaja! ¿Qué andás buscando allá abajo?
    Fui hasta la tanguita, mínima, de encaje. Intenté bajarla con los dientes. Demasiado finita. Me tuve que ayudar con las manos. Miriam reía y se movía para facilitar las cosas. Al fin pude llegar hasta sus pies. La nena los levantó, les saqué las hermosas y luminosas sandalias que se había puesto, como si necesitara ser alta para ser hermosa… ¡y afuera la tanga! Nuevamente para arriba, bajo la falda, siempre.
    Subí besando sus piernas. Cuando llegué a la conchita, las separó, doblando las rodillas, para que mi llegada sea “cómoda”. ¡Miriam lo sabía todo!
    Hubiera querido seguir subiendo, pero ...
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