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Mamá y las nenas 4
Fecha: 02/08/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... la cintura del vestido, ceñido al cuerpito de la nena no lo permitía. -¡Bajate el cierre! ¡Así puedo seguir subiendo! – Yo quería llegar a sus tetas. -¡Chupamela un poquito, por favor! ¡Después yo te la mamo todo lo que quieras! No hice que lo repita. Allí, debajo de la falda, con las piernas separadas, la nena esperaba la chupada. Y… claro…, chupé…, y chupé…, lamí…, y lamí…, como si fuera la última vez…, y tiré con mis labios de su espectacular clítoris, grande como el pitito de un nene. ¡Ella quería su primer orgasmo…! ¡Qué yo bebí escrupulosamente! Miriam se sentó en el borde de la cama. Sus piernas temblaban. Se las acaricié y besé… -Mi vida…, desprendete el vestido así puedo sacar la cabeza…, y besarte toda, toda… - ¡Quería besar sus tetas! ¡Ya tendría los pezones duros! Se desabrochó el vestido, se levantó un poco de la cama para pasarlo bajo la cola, y lo sacó por sobre su cabeza. -¡Volvi a ver la luz! -¡Jajaja! Muy oscurito no estaba, porque encontraste rápidamente lo que buscabas… Subí hasta el corpiñito… Sí, corpiñito…, porque a pesar de las soberanas tetas que tiene la nena, se había puesto, para recibirme, un corpiño que apenas cubría los pezones, de encaje, como la tanguita, también muy escueta. Todo en Miriam es escueto, menos las tetas… y el culo. ¡La nena tiene todo lo que hace falta! -Sácate el corpiño. No quiero hacerlo yo. Tengo miedo de romperlo… -¡Jajaja! ¡Yolanda nos mata! -¿Yolanda? ¿Por qué? -Porque toda esta ropa la trajo Cami para que ...
... me la pusiera para vos… -¿Yoli lo sabe? -¡NO! ¡Tenemos que devolverla! -¡Qué loquitas ustedes dos! -¡Es para estar linda! -¿Así? Parate, ponete frente al espejo. – La llevé frente al espejo que cubría la puerta del ropero. – ¿Te parece que no estás linda? ¡Cuánto más desnuda, más hermosa! Es una lástima que haya que abrir la puerta del ropero para que te puedas reflejar desde la cama. -Pero… yo quería recibirte vestida… -Andá loquita. Sentate y abrí bien las piernas. – Le señalé el sillón monoplaza que está en una esquina de la habitación. Miriam se sentó… y me ganó: ¡puso las piernas sobre los apoya brazos! Tanto la concha como el culo quedaron excelentemente expuestos. ¡Cuánta belleza! -Me ganaste preciosa. Nunca imaginé tanta belleza entre tus piernas. Noté que podía ubicar el sillón de forma tal que te puedas ver en el espejo. -¿Te gusta lo que ves, papito? -Ahora te muestro… - No la quiero hacer levantar en este momento. Cuando comencé a chuparle, arrodillado frente a ella, se relajó totalmente. Se echó hacia atrás, se recostó…, y comenzó a gozar. Mientras recorría toda la vagina de Miriam, acariciaba sus pies, sus piernas, sus muslos. ¡Terciopelo puro! ¡Que hermosa que es! Acaricié sus labios con la lengua, y la introduje en la vulva todo lo que pude. La tibieza, la humedad, el aroma… ¡Dios, todo exquisito! Miriam suspiró. Gemía suavemente… Está tan rica… Sorbí el clítoris con mi boca. -¡Ay! ¡Ay! Ay! ¡Papiiiiiitoooo! – Un nuevo y maravilloso orgasmo. ...