Mi mamá me ama 3 - Relatos Eróticos

Mi mamá me ama 3

... batalla erótica. El momento es genial. Kirky tenía tapados todos los agujeros, concha, culo y boca. Yo tenía la pija en su mano y en su boca…, y los huevos acariciados por la mano derecha de la nena. 
	En un momento me soltó y se acostó a mi lado. Yo también liberé mis dedos. Nos abrazamos y ella guió la pija directamente a su interior. Allí comenzaron los gemidos. Con el brazo que pasé bajo su cuerpo, tomé su teta izquierda. ¡Zaque, zaque, zaque! Y los cuerpos también hacían ruido al chocar: ¡plaf!¡plaf!¡plaf!… La coloqué bajo mío. Íbamos hacer un misionero. Seguí con el zaca, zaca… Ella tenía las piernas abiertas, sin abrazarme y sin tenerlas levantadas, contra ella. De pronto sentí una tremenda presión sobre la pija. 
-¡Hey! ¡”El beso de Singapur”!
-¡Jajaja! ¿Te gusta?
-¡Siento la pija cómo en una morsa! 
-¡Así no podés escapar!
-¿Dónde aprendiste esto?
-Y…, cierta práctica… - Se puso seria. – No salgás, por favor. Te aflojo y movete… ¡En seguida acabo!
	Esta “nena” no es tan nena. ¡Es una mujer con tanta experiencia como Lorena! ¡Pero ésta nunca me hizo “el beso de Singapur”!
	Aflojó y pude bombear sin problemas. Se acariciaba las tetas mientras yo las besaba y chupaba los pezones. Movía furiosamente las caderas. Nos besamos ardientemente. Me mordió el labio inferior. Se estremeció, se arqueó y acabó fantásticamente húmeda. Sin demora fui a chupar. Debo haber estado cinco minutos para dejarla totalmente limpia, mientras Kirky acariciaba mis escasos cabellos. Nos ...

... acostamos, con una de sus piernas sobre mí. Me pasó su brazo por el cuello y me besó…, muy suavemente. Nos quedamos unos minutos en silencio. De pronto se sentó a mi lado, en la cama, y me miró muy seria.
-Me considerás una puta ¿no?
-¡Oh no! ¿Otra vez?
-¡Nunca te dije nada!
-No vos. Una amiga…
-¿Tenés una amiga que también piensa que vos la creés puta?
-Sí, ya traté el tema con ella…
-¿Qué le dijiste? ¿Qué me contestás a mí? La verdad, por favor, no me voy a ofender…
-Contame porque creés eso…
-Bueno…, vos sabes, no te lo oculté… Tuve mucha actividad sexual luego que vos dejaste a mamá…- Kirky estaba realmente triste. - Cuando quedé sin vos… yo también… me puse muy mal… y… lo único que me consolaba era el sexo…
-¿Por qué lo haces?
-Porque me gusta…, cuando tengo ganas…, y con quien me gusta…
-¿Cobrás?
-¡NOOOO! – Muy vehemente la “nena”.
-O sea que estás conmigo porque te gusta y tenés ganas…
-¡NO! ¡Yo te amo! ¡Contestame lo que te pregunté! Por favor…
-Vos cogés porque te gusta, cuando tenés ganas y… con quién querés… ¿no?
-Si…, pero…
-Está bien, yo también… 
-¿Qué?
-Que a mí también me gusta el sexo, me gusta hacerlo cuando tengo ganas…, y con quien me gusta y quiero…
-Ahh… - Kirky tiene cara de no saber en que termina esto.
-O sea…, si vos te considerás puta…
-No, no me considero puta. Tengo miedo que vos lo creas…
-Está bien. Por las cosas sexuales que hacés yo podría considerarte una puta… Como yo hago lo mismo que vos…, me tendrías que considerar ...