Mi mamá me ama 3 - Relatos Eróticos

Mi mamá me ama 3

... verlas…, tanto si estuviéramos cogiendo, como sino…
	Ahora, el que “cabalgaba” era yo. Parado, contra ella. Kirky se deslizaba hacia afuera del asiento del sillón…
-¡Papi! ¡Papito! ¡Me estoy cayendo! ¡Metemela por el culito, así me quedo “clavada” al sillón.
-¡Jajaja! ¡Que buen pretexto!
-¡Jajaja! ¿Te gusta la excusa que busco para que me cojás por el culo? ¡Jajaja!
Ella misma me la agarró cuando se la saqué de la concha y la dirigió rápidamente al orto. Apuntó perfectamente bien, y ella misma se la introdujo reculando. ¡Tiene razón! Con la “enganchada” al culo, la nena se corrió hacia el respaldo del sillón. Ahora no había peligro de terminar en el suelo.
Bombeé con pasión y constancia. Era al placer total tener el choto en el recto de Kirky. Era una especie de “beso de Singapur” más morboso todavía. La diferencia positiva, para mí, es que podía calibrar la apretada. Ahora, además, como no tenía que sostenerla, le podía acariciar las tetas. Nos mirábamos a los ojos, y ambos sonreíamos. Kirky se mordía los labios, entreabría la boca, sonreía y gemía. Ponía los ojos en blanco. Es hermoso coger por el culo en esta posición, pues se aprecia las reacciones de la pareja…, y encima, si movés la cabeza para un lado u otro, siempre ves reflejada las imágenes de los “cogedores” por todas parte…
-Me gusta mucho, papito. ¡Lástima que así no me podés dar chirlitos!
-Pongámosno al revés entonces.
La levanté, con al pija en el culo. ¡Kirky es tan livianita! Me senté yo en el ...

... sofá. La nena se acomodó con sus piernas sobre mis muslos e hizo… una “media cabalgata”, digamos. En lugar de saltar hacia arriba, se mueve hacia mí, entrando y saliendo, siempre con el glande dentro del culo. Le tomé ambos glúteos y acompañaba sus movimientos…
-¡Darme unos chirlos, mi amor!
Le di varios… ¡Es fantástica…, como se mueve, como mueve el culo! ¡No hay parangón!
-¡Más, más fuerte! 
Ya sonaban bastante fuerte, ¡paf, paf, paf! y ella se entusiasmaba más y más, moviéndose frenéticamente. Sentí como los testículos se ponían durísimos. La nena se apoyaba en mis hombros para darse impulso. Cuando “llegó” se abrazó a mi cuello y me besó… ¡Dios! ¡Yo también! Nos electrificamos al unísono. Temblamos juntos y nos sacudimos juntos. Mientras ella derramaba sus fluidos en mi ingle, yo derramaba el semen en sus tripas. ¡MARAVILLOSO! 
-¡Mi vida! ¡Qué hermoso es acabar juntos! – Su sonrisa y sus besos lo confirmaban. - ¡Ay! ¡Acabo de nuevoooooo!
	Me apretó más todavía. ¡Sus brazos, sus besos y su culo! ¡Menos mal que no podía apretarme con sus piernas…, sino me partía en dos! 
-¡Dios mío, papito! ¡Con vos todo es mejor!
	Nos paramos, chorreando abundantemente, y mientras… nos besamos, nos reíamos abrazados, nos acostamos sin soltarnos… Seguimos con las caricias, recorrimos toda nuestra piel… ¡Estamos tan felices! No hay nada comparable al placer del sexo junto a la nena. ¡Nada ni nadie la iguala! 
-Dani… mi amor… ¿Cómo hago para vivir sin vos?
-No te hagás problema. Ahora ...