Una esclava inesperada V
Fecha: 01/02/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos
... Elisa que Gabriela. Elisa era delgada y sin una marca de grasa en su cuerpo, mientras que Ga era lo que en México denominamos “gordibuena”… también era muy antojable y sé que genera miradas lascivas cuando va por la calle a pesar de su corta edad.
Elisa estaba desnuda y reparé en Ga, quien todavía tenía puesto el vestido, aunque éste ya estaba algo mojado por los jugos de Elisa. Le ordené que se desnudara y después se sentara junto a mí, en la sala.
Mientras Ga hacía esto, Elisa servía los tres caballos. Los dejó en la mesa de centro de la sala y regresó a la cocina por limones y sal. La situación era extraña, pues los tres estábamos en completo silencio, aunque ya nos habíamos echado tres caballitos cada quien. Así que decidí romper el silencio, tocando un tema bastante complicado, pero que si lo sabía tratar, podría mejorar un poco más la situación que se estaba desarrollando.
- ¿Te gustó mamarle la concha a Elisa, Ga? – pregunté después de tomarme el cuarto caballo.
- La verdad me hiciste llegar al cielo –dijo animadamente Elisa a Ga después de un rato, al ver que no contestaba – espero que lo vuelvas a hacer…
- Mira Ga, tu dijiste que serías mi esclava y harías todo lo que yo te dijera. Así que te ordeno que contestes. No te preocupes, que te voy a dejar morado ese culo, por haber traído tanga. – le dije, adivinando que no contestaba para ganarse un castigo… en realidad esta chica estaba enferma, pero me estaba agradando esto – Además, quiero dejar en ...
... claro que, en este momento, Elisa también tiene autoridad sobre ti.
- ¿En serio? – dijo Elisa sonriendo de oreja a oreja, aunque perpleja.
- Si, también tienes que obedecerla. ¿Entendido puta? – le dije manoseando su pecho derecho.
Ella se tomó el quinto caballo y después de sacudir su cabeza me miró con un odio tremendo y después me dijo: “si amo, lo que usted diga” e inmediatamente su expresión cambió, tal y como aquel fin de semana, de una expresión de odio, a esa niña pícara y pervertida que tanto me excitaba. Elisa abrió sus piernas y le ordenó a Ga que le mamara de nuevo el coño. Yo me levanté y le puse mi carajo a la altura de la cara a Elisa, la cual no dudó un instante y se lo tragó golosamente.
Era increíble ver como Elisa disfrutaba que una mujer le mamara el coño. No sé porque, pero a muchos hombres les llama la atención y les excita ver escenas lésbicas. Yo soy uno de ellos. Es tremendamente excitante ver que dos mujeres se besan y hacen cochinadas; y no me podía creer que estaba viviendo algo así, apenas una semana después de haber perdido mi virginidad. Vaya que era un tipo con suerte… mucha suerte… (era…)
Otra cosa que también me sorprendió es como habían ido tomando el asunto estas dos mujeres. En un principio, sabía que Elisa tenía ciertas tendencias lésbicas y no habría mucho problema (el único pudo haber sido su cierta enemistad, pero a estas alturas, parecía que lo habían vencido). El verdadero problema era Ga, de la cual no sabía mucho a cerca ...