El primo Erik, caliente como ninguno
Fecha: 07/02/2018,
Categorías:
Gays
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... de tocar nuestros cuerpos y me dediqué a acariciar su polla, para meterle un condón; en verdad su polla es suave como la de Lorenzo y aterciopelada. Me recordaba su tacto al de Lorenzo y pensé que estaba ahí. Largamente estuvimos manoseando y suspirando hasta que alguien se decidiera. Le tocó a Erik perder los platos porque fue más rápido Zigor, que se puso a comerle el culo, rugoso y peludo, de Erik, mientras se ponía un condón. Ya me comentaría luego Zigor que Erik tenía el culo muy fruncido, pronto me había dado cuenta de que su culo estaba muy fruncido, un exceso de arrugas. Me gustaba más el de Zigor, sin arrugas, suave por todas partes, ¡qué a gusto se podía besar y lamer!
Zigor, sin ascos a las arrugas y a los malos olores se comió a gusto el culo de Erik que lo hizo suspirar, como si nadie nunca le hubiera dado nunca semejante culto a su ano. Gritaba de gusto y se le puso muy dura. Con un manotazo Zigor le puso de rodillas, la cabeza abajo y el culo arriba y se la metió duro, seguido y sin descanso para que aprendiera. Lo vi y me pareció tan salvaje que quise remediar aquello. Me colé de cabeza a rastras y a gatas mirando al suelo por debajo de la cara de Erik y cambié hasta poner mi cabeza a la altura de la polla de Erik y mi culo en su cara. Puse las manos en el suelo y empinando desde la cintura y doblando la cabeza hacia atrás metí la polla de Erik en mi boca, suspiró suspiros sobre suspiros: «¡Ay!, ¡joder!, ¡que me jodes y me jodes, menuda jodienda, un macho ...
... y un maricón!, ¡la puta que me parió!». Se puso a comerme mi suave y terso culo, limpio de inmundicias gastrointestinales y otras lindezas, y cuando ya pensé que tenía suficiente seguí avanzando.
Cuando mi culo llegó a la altura de la polla de Erik, lo elevé apoyando con fuerza mi cara y hombro sobre el piso y con una mano busqué la polla de Erik para meterla en mi culo, tras asegurarme que tenía el condón impolutamente puesto. Aunque tardé un poco en conseguirlo, escuché los gritos de Erik cuando me metía mi culo como cueva de su polla. Él disfrutaba porque se encontraba con una acción ajena que lo hizo disfrutar extraordinariamente. No tardo Erik en dar sus movimientos con el empuje y al compás de Zigor, por mi parte hacía fuerza para que no se saliera de mi culo. Me mantenía firme con el peligro de malograr mi clavícula, pero ya no me importaba nada más que emparedar a Erik entre Zigor y yo con una postura super extraordinaria.
Noté que la polla de Erik comenzó a tener sus espasmos, pero él solo decía un «ah, ah, ah, ah» sin más aliento para expresar frases y tras esto no tardó en correrse, algo cayó dentro, pero como no se cuidó de no salirse, me echó casi todo su esperma por encima de las nalgas. Al, instante se escucha con la voz de Zigor:
— Me voy, me voooy, me corro, me corrooo…
Y suspiraban los dos, se cayó Zigor sobre Erik y ambos me aplastaban contra el piso, me volví, los empuje al lado y me puse de cara al techo, levantando mis nalgas que me notaba ...