El moro me hizo suyo (Segunda parte)
Fecha: 12/02/2018,
Categorías:
Gays
Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos
... películas que llevaba el barco, y las emitían por vídeo.
A las 9:10 de la noche, yo ya caía rendido de sueño, así que nos fuimos a dormir los 2 juntos.
Nos desnudamos, pero él tuvo que ir al aseo a mear, y cuando llegó de nuevo al camarote, yo ya estaba acostado boca abajo, y por supuesto con mi eslip puesto, apuntito de caer en los brazos de Morfeo.
Casi ni me di cuenta cuando entró en el camarote, ni siquiera me di cuenta de cuando abrió mi taquilla, cogió el frasco de lubricante, llevándolo en la mano. Como él ya se encontraba desnudo por completo, se echó en mi catre, quedando casi encima de mí.
-Esta noche no, Jabibi, esta noche me muero de sueño.
-No te preocupes mi amor, tu duerme y deja que yo te folle mientras duermes. Hoy quiero hacerte el amor, voy a hacértelo con mucha ternura.
Joder, aquel ritmo que llevábamos iba a acabar conmigo, me iba quedar el culo como un bebedero de patos, era un continuo follar, tenía el culo más tiempo abierto que cualquier oficina pública.
El moro era incansable, siempre tenía la polla dispuesta para darme por el culo, y preñarme de leche.
Empezó a bajarme el slip, hasta sacármelo por completo; tenía razón el capullo del moro, iba ser mejor no volverme a poner el slip, al fin y al cabo, estaba más veces sin él que con él puesto, y cada vez que me lo tenía que sacar, era un coñazo.
Una vez me tuvo completamente en pelotas, abrió el frasco de lubricante, se untó un poco los dedos, cerró el frasco, dejándolo a ...
... los pies del catre, llevó sus dedos a mi pobre y sufrido culito, empezando a acariciar mi ano a la vez que iba untando de lubricante el esfínter y canal del culo, hasta que mi esfínter cedió a sus dedos, dejando que fueran entrando en mi cuerpo.
Los dedos ya entraban y salían con gran facilidad en mi culo, así que, recostándose sobre mi espalda, fue metiendo lentamente su polla dentro de mí.
Ya volvía a estar empalado por aquella polla, y aunque me estaba haciendo gozar, estaba que me caía muerto de sueño. No tenía ni fuerzas para gemir, pero sentía un rico y relajante placer que me llegaba desde mi culo, hasta el cerebro, recorriéndome toda la espina dorsal.
Cómo me había dicho Jabibi, hoy quería hacerme el amor, quería follarme despacito y suave, y lo estaba haciendo a la perfección, lo hacía tan sumamente suave y despacito, que me estaba quedando dormido. Lo último que recuerdo, es cuando me hizo correrme al estarme pajeando con su mano, mientras me daba por el culo. Quedé tan pero que tan sumamente feliz y relajado, que me quedé dormido hasta que Jabibi me despertó a las 4:45 de la madrugada, para irnos a duchar, antes de vestirnos, desayunar, y empezar la faena.
Cuando entramos en las duchas, esta vez no había tantos marineros como el día anterior, Pero los pocos que había, pudieron volver a disfrutar de un bonito espectáculo.
Primero abrió la ducha, y sin cerrarla, me puso de rodillas bajo el agua, luego me hizo abrir la boca, metiéndome la polla en ella. ...