1. El acoso que sufrí por parte de mi hermana


    Fecha: 14/02/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Ifardavin, Fuente: CuentoRelatos

    ... mano. Me pilló totalmente en pelotas antes de cerrar la mampara. Al verla me llevé una buena sorpresa y, al percatarme de los atributos que mostraba generosamente, tuve una empalmada inmediata, se me puso el garrote mirando al cielo. Cerré rápidamente el cristal, pero no lo suficiente como para evitar que ella se diera cuenta de mi estado. Ni siquiera pidió perdón. —¡Te quieres ir de aquí, imbécil! ¡Cuántas veces te he dicho que no entres sin llamar!
    
    —¡Como se te ha puesto la polla! —Dijo en tono medio jocoso medio sorpresa— ¿Ves como si te pones cachondo conmigo? —¡Eres gilipollas! ¡Los tíos reaccionamos así ante unas tetas, da igual de quien sean!
    
    Ni corta ni perezosa, en vez de irse, abrió la puerta de la bañera...
    
    —¡Joder, que pollón! —Hizo ademán de coger mi miembro... Ante la sorpresa estuve a punto de soltarle una leche en toda la cara.
    
    —¡Estás mal de la cabeza, niña? —Le di un empujón y, cogiendo una toalla para taparme, salí de allí. Todavía oía sus risas cuando entré en mi habitación.
    
    Estaba rojo de rabia y de vergüenza, esta tía se iba a enterar, se me estaban inflando los cojones. Pero... ¿Qué se había creído? ¿Qué me podía vacilar? ¡Ya veríamos!
    
    Sin embargo, no hice nada. Durante los días siguientes Marta se comportó de forma normal, ignorándome como yo a ella. La paz volvió a reinar en casa y volví a centrarme en mis estudios que era lo que más me importaba.
    
    La gente dice que soy un tipo algo raro, lo que se define como un empollón, aunque ...
    ... yo no me veo así. Físicamente soy normal, delgado, tirando a alto, 1,82 o algo así y bastante fuerte. Reconozco que no voy con tías casi nunca y que, fundamentalmente, me dedico a estudiar. Ya tendré tiempo luego, cuando termine la carrera. Además soy bastante cortado y se me da mal ligar, las chicas me ponen nervioso. Cuando estoy muy apurado me hago un par de manolas y ya está. ¡Ah! Se me olvidaba, tengo 22 años.
    
    Mi hermana Marta tiene 18, ya he dicho que está buena aunque a mí no me guste, es extrovertida y liga un montón, cosa que me trae sin cuidado, tampoco es muy buena estudiante pero, curiosamente, no ha repetido nunca.
    
    Un fin de semana, poco tiempo después, estaba estudiando, como de costumbre, cuando Marta volvió a entrar en mi habitación sin llamar. Iba, otra vez, en ropa interior y debía venir con ganas de guerra... Esto se estaba convirtiendo en una costumbre, seguro que lo hacía para joderme... —¿Oye Luis, me prestas tu Discman? —Me dijo nada más entrar
    
    —¡Joder! ¡Me estoy cansando de que entres en mi cuarto! ¡Y, además, vestida así! ¡Voy a tener que cerrarme con llave!
    
    —¿Te molesta porque te empalmas? ¡Uy hijo, yo no me voy a asustar! ¡Es más, a lo mejor me excito yo también! —Y soltó una risita que me puso de más mala leche...
    
    —¡Te la estás ganado! ¿Lárgate de una puta vez! —Mi mal humor era más que evidente...
    
    —¡Uy, qué miedo! Luisito se pone gallito —Me horroriza que me llamen Luisito, mi cara debía ser ya un poema, la rabia me empezaba a ...
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