1. El acoso que sufrí por parte de mi hermana


    Fecha: 14/02/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Ifardavin, Fuente: CuentoRelatos

    ... y le acerqué a ella su ropa interior que había quedado en mitad de la habitación.
    
    Se levantó y me dio un besito en los labios. Lo fue haciendo más profundo, jugando con la lengua en mis dientes, mordisqueándome los labios... La dejé hacer, sin colaborar pero sin apartarme.
    
    —Te quiero Luis. Esto no ha sido una calentura... Te quiero —Me dijo con palabras muy tiernas y sentidas.
    
    Yo seguía dándole vueltas a la cabeza y no tenía el mismo humor que ella.
    
    —Ya —Le dije.— Vale, pero vístete, anda.
    
    Puso una cara como de pena, pero me hizo caso, se vistió y se fue a su habitación.
    
    Al quedarme solo me sentí muy culpable. ¡Qué habíamos hecho! ¡Dios mío, habíamos follado! ¡Y éramos hermanos! Me parecía que me habían violado, me encontraba sucio... Fui a darme una ducha para intentar calmarme y asimilar toda la situación.
    
    Cuanto más lo pensaba, más convencido estaba que mi hermana se había aprovechado de mí, de que no era culpa mía. Claro que yo era mucho más fuerte que ella, pero eso no quitaba hierro al asunto. No había utilizado violencia física, evidente, pero se había valido de sus armas de mujer para seducirme... La rabia y la vergüenza volvían, peor que antes.
    
    Con el paso de los días me iba sintiendo peor con Marta. Ahora ella se portaba como si fuera su novio, con una confianza inusitada entre nosotros, pero a mí no me valía, en cuanto faltaban nuestros padres se me insinuaba, intentaba besarme, etc. Yo no hacía ni caso, es más, me apartaba de ella, ...
    ... le echaba la bronca, no estaba dispuesto a dejarme pillar como la otra vez pero parecía que mis desprecios y mal humor no le hacían mella, me estaba volviendo loco...
    
    Cuando estaba en mi cuarto me tenía que cerrar con llave para que no entrara, tenía que vigilar cuando iba al baño, no fuera a aprovechar para meterse dentro conmigo, estaba siempre con cien ojos para poder evitarla, lo dicho, me sentía acosado y perseguido en mi propia casa.
    
    Siguió pasando el tiempo y la situación parecía ir relajándose, consiguientemente fui bajando la guardia. Es algo natural. Pero ella estaba al acecho y en cuanto se dio cuenta volvió a la carga, pillándome otra vez como quería, de improviso.
    
    Mis padres habían salido de viaje y Marta aprovechó para pedirles permiso para ir a dormir a casa de una amiga. Sabedores de que no nos llevamos bien, no pusieron ninguna pega. Se marcharon y poco después mi hermana dijo que se iba también y se despidió con un grito desde la puerta.
    
    Me quedé solo, solo y feliz. Un par de días con la casa para mí, sin tener que soportar a esa pesada que me agobiaba continuamente. Estaba tumbado en mi cama, viendo la tele, medio adormilado. Estaba cansado de soportar aquella tensión y, por primera vez desde hacía tiempo, me encontraba realmente relajado.
    
    Mi susto fue mayúsculo cuando noté que alguien se había metido en la cama conmigo. Debía de haberme dormido completamente, sino no me lo explico... Era ella, desnuda, guapísima, insinuante, pero era mi ...
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