1. Complejo de edipo


    Fecha: 02/03/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... yo con mi bikini hacia un lado y con el semen escurriéndome por la pierna.
    
    Después nos fuimos al baño a asearnos y nos sentamos a tomarnos un refresco, como si no hubiera pasado nada.
    
    Yo le comenté que disfrutaba mucho de nuestra relación, porque últimamente con su padre prácticamente no teníamos sexo, debido a que por su edad, el ya no sentía mucha necesidad y yo por mi parte me había acomodado a la situación, pero que con mis 36 años, el había despertado de nuevo la hembra que toda mujer lleva dentro.
    
    El me dijo que yo era la única mujer en su vida y que quería que lo siguiera siendo, que era maravillosa y que lo que más desearía en este mundo era que pudiéramos dormir juntos.
    
    Yo le dije que eso no era posible y que deberíamos conformarnos con lo que teníamos, ya que por otra parte, yo seguía amando a su padre y no quería hacerle daño.
    
    El me contestó que el también quería mucho a su padre y que tampoco quería hacerle ningún daño, pero que se trataba de un hombre muy culto y que lo que deberíamos hacer era hablar con el sobre el tema y ver que opinaba al respecto.
    
    Yo le conteste que a mi me daba mucho corte hablar de ese tema con mi marido y mucho mas delante de mi hijo.
    
    El me dijo que lo habláramos a solas, para lo cual, dijo que cuando su padre se levantara de siesta, el se iba a marchar con cualquier pretexto y que nos dejaría solos para que pudiéramos hablar.
    
    En eso quedamos y cuando su padre se levantó y se sentó con nosotros a tomar un ...
    ... refresco, dijo que se tenía que marchar a ver a unos amigos y así nos dejo solos.
    
    Yo inicie la conversación con mi marido recordándole lo que en una ocasión hablamos sobre el tema del "complejo de Edipo" y la creciente fogosidad de nuestro hijo.
    
    El me contestó diciéndome que ya se había dado cuenta que le había hecho caso, dejando que nuestro hijo disfrutara de mi, como madre y como mujer.
    
    Yo entonces aproveche para decirle sin ningún tipo de preámbulo que efectivamente, siguiendo sus indicaciones, no solo había dejado a nuestro hijo que disfrutara de mí como madre y como mujer, sino que últimamente habia empezado a disfrutarme tambien como hembra.
    
    El sin manifestar ningún tipo de sorpresa, me dijo que eso era previsible y que se alegraba de que hubiera pasado, ya que ese vínculo nos uniría para siempre.
    
    Añadió que lo único que lamentaba era que le pudiéramos ver a el como un obstáculo para poder desarrollar nuestra relación libremente y que quería que supiera que el no solo no quería ser ningún obstáculo, sino que estaba dispuesto a colaborar conmigo en todo cuanto fuera necesario para que la relación con nuestro hijo fuera un completo éxito.
    
    Yo, que no salía de mi asombro, por los derroteros que estaba tomando la conversación, me levanté y lo abrace, diciéndole que era el mejor marido y el mejor padre del mundo, nos besamos y allí mismo sobre el césped hicimos el amor apasionadamente.
    
    Cuando finalizamos y todavía tumbados juntos en el césped, le dije que lo que ...
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