1. Sofía, una catrachita siempre mojadita, siempre calientita


    Fecha: 13/03/2018, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... ¡Sabes, las mujeres somos malas también! Los disimulamos y los podemos simular si queremos. – lo decía con una sonrisa.
    
    Me ha pedido la identificaron para confirmar y espero que solamente se concentre en el mes y día, pues le he dicho que tengo diez años de más, y no vaya a ser que me descalifique por haberle mentido. Se la muestro y me dice: Realmente pensé que mentías, pero estas en excelentes condiciones para tu edad. Bueno, no me puedo echar para atrás, ni modo, tendré que darte mi culito.
    
    Mi verga esta flácida y pasiva como resultado de la cogida que le acabo de dar a Sofía, pero la sola la idea que esta chica de 21 años me va a dar su rico culo, me vuelve a encender. Nuevamente va al buró, saca otro condón y me lo pone siempre con el mismo movimiento de rigor: una pequeña mamada para que se llene de sangre y se pone erecto. Ella ve como se vuelve a parar diciendo: Eres increíble, ni los muchachos de mi edad se les para después de esta faena que me has dado. – Me pregunta como la quiero, y esta vez soy yo quien la dirijo. La pongo en cuatro, pero no para penetrarla de esa manera, pues con mi experiencia ahora sé que es muy doloroso para cualquier mujer, incluyendo a estas que hacen aquello por pura profesión. Se pone en cuatro y vuelvo con mi lengua a lubricar su rico y hermoso culo, le vuelvo a dejar ensalivado el culo y después de unos tres minutos y que la he vuelto a estimular con mi lengua su rico ojete, le pido que se acueste junto a mí de lado, dándome ...
    ... sus ricas nalgas. Le asomo mi verga a su ano, subo su hermosa pierna sobre la mía que descansa ya doblada apoyada en la cama. Aquella es una escena extremadamente erótica, pues con tanto espejo en las paredes, puedo observar de diferentes ángulos como me estoy cogiendo a esta linda catracha.
    
    Poco a poco he visto como mi verga desaparece en el lindo culo de Sofía. Ella dibuja algunas expresiones de dolor, pero se relaja y hace que la penetración sea menos dolorosa. Respira, pero creo que en algo olvida el dolor, pues he comenzado a lamer esa parte del cuello que le hace sacar ahora un gemido de placer. Lo repito varias veces, ahora Sofía comienza lentamente un vaivén coordinado donde los dos procuramos, ella ser penetrada y yo penetrarla. En esta posición su clítoris le queda expuesto y prosigo a masajearlo, y ahora ella eleva el ritmo del vaivén. Yo gozo de placer al ver sus expresiones, pues ahora pueden ser de dolor y placer. Ahora que ya descargué toda esa tensión sexual que traía en una fenomenal eyaculación con Sofía, la presión que tengo es mínima, sé que le puedo dar verga en el culo a esta catracha por una hora si quiere. He visto que el reloj anuncia que mi tiempo ha terminado, pero Sofía sigue concentrada sintiendo mi verga en su culo, mientras mis dedos masajean su clítoris. Ha subido sus gemidos y a la vez el movimiento de sus caderas. Ella me estrella su hermoso culo, y yo le sumo toda mi verga con todas las ganas y ella vuelve a explotar en un tremendo ...
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