1. El ascensor


    Fecha: 28/03/2018, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... dé la vuelta. Me avisas cuando hayas acabado y estés sentada.
    
    - No seas tonto. Ya me doy la vuelta yo.
    
    Se levantó y se dio la vuelta. Susana quería ser un poco mala- Al final vas a tener un buen espectáculo, vecino- Pensó con malicia- Se inclinó un poco hacia adelante para sacar ligeramente el culo hacia atrás. Nada demasiado evidente. Poco a poco fue bajando las mallas dejando al descubierto su culo y sus largas y musculosas piernas. Aunque ya no entrenaba como antes, no había perdido su cuerpo de atleta cultivado en la juventud. El tanga negro se enterraba entre los dos glúteos firmes y sólo emergía un minúsculo triángulo negro muy, muy al final de la espalda. Con algo de dificultad por la estrechez del espacio se acabó de quitar las mallas. Se dio la vuelta. Por delante el tanga apenas tapaba su sexo y sus labios abultados se marcaban con claridad. Afortunadamente iba bien depilada. Quedarse casi desnuda delante de su vecino la había excitado terriblemente y se alegraba de que el sudor que bajaba por sus piernas enmascarara otros líquidos, pues su sexo estaba chorreando. Claro que vio que no era la única. Su vecino había cruzado las piernas y estaba segura que para ocultar su erección. Aquello le complació sobremanera. Sin duda desde abajo debía tener unas vistas espectaculares de sus largas y rotundas piernas, sus pechos enormes y el resto de su cuerpo casi desnudo. Se sentó de nuevo aparentando una totalidad normalidad. Volvieron a charlar de banalidades, pero ...
    ... ella notaba como los ojos de él recorrían una y otra vez sus piernas y sus pechos. Ella tampoco perdía detalle de su vecino que además de seguir con las piernas cruzadas se había echado ahora la camisa sobre las mismas. Sin duda su erección seguía en aumento.
    
    - Puedo hacerte una pregunta un tanto indiscreta…?
    
    - Claro.
    
    - Porqué te has cruzado las piernas y ahora hasta te has echado la camisa encima? Creía que el objetivo era quitarnos la ropa para pasar menos calor- Su tono curioso e inocente era digno de una científica interesándose por una mera incongruencia estadística.
    
    - No quería incomodarte.
    
    - Incomodarme… Por qué? – Su tono y expresión se volvieron aún más inocentes, pero se inclinó mucho hacia adelante simulando un súbito interés en la pregunta de manera que sus pechos aumentaron la presión sobre el top estirando la tela y realzando todavía más su considerable volumen. – Tuvo que reconocer el control de su vecino, que le mantuvo la mirada a los ojos a pesar del suculento escaparate que tenía a tan escasa distancia. Sus ojos escondían una mirada traviesa y ávida, pero su rostro se mostraba relajado y contestó con la misma naturalidad que si estuviera respondiendo a una encuesta en el supermercado sobre los distintos tipos de café.
    
    - Bueno, eres una mujer muy atractiva y haberte visto con tu ropa interior mostrando ese tanga que te queda espectacular en ese pedazo de culo que tienes me ha excitado mucho. Socialmente no está bien visto mostrar una erección ...
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