1. Cita con Jorge el morboso


    Fecha: 29/03/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... eso, a ser puta y no a bailar. Jorge me hablaba en un tono muy morboso, y como estaba borracho su mirada era más morbosa y me hacía sentir como a él le gustaba. Recordé que Jorge siempre me llamaba después de medianoche y las otras veces que había ido también me había dicho que había estado en un bar bebiendo, pero que en lugar de tener sexo con ellas me llamaba a mí.
    
    -Te gustaría trabajar en ese bar en donde estuve hoy para verte cuando vaya con mis amigos?
    
    -claro que me gustaría, para atenderte a ti y a tus amigos...
    
    -sí, es buena idea pero me gusta más verte así, caminando como puta en pasarela, pero en mi casa y para culearte en mi cama... ahora quiero que te acaricies...
    
    Seguí caminando despacio, acariciándome las tetas, acariciándome los pezones y acariciándome la vagina sobre la tanguita con mis dedos cada vez que caminaba de frente hacia él y mirándolo a sus ojos con coquetería, y acariciándome las nalgas cuando caminaba de espaldas alejándome de él. Muchas veces camine delante de él a lo largo del pasillo de unos tres metros. Jorge seguía masturbándose dentro de su pantalón.
    
    -Vamos, camina hacia allá, te voy a presentar a mi amigo, y luego nos vamos para mi habitación y me atiendes bien y después sales y lo atiendes a él, entiendes?
    
    -Claro papi así lo haré, como tú digas...
    
    Entonces caminé hacia la sala, caminando por el pasillo y volteando a la derecha hasta llegar a una sala en donde había dos sillones grandes y dos más pequeños de color ...
    ... negro. Mientras caminaba despacio Jorge me dio una fuerte palmada en una de mis nalgas y me ordenó devolverme detrás de la puerta, para que caminara desde de nuevo como a él le gustaba. Así lo hice y llegué hasta la sala donde estaba sentado un hombre borracho, como de 40 años y con un vaso de whisky en la mano. El hombre me miró morbosamente de arriba abajo y yo me paré enfrente a el. Sólo le dije: "hola". El hombre se levantó del sillón con un poco de dificultad por su borrachera sin soltar su vaso de whisky.
    
    Jorge me hizo girar varias veces en frente de su amigo y le dijo:
    
    -esta es la hembrita de la que te hablé, te gusta?
    
    -Sí, está bonita la flaquita…
    
    -ella es mi obsequio para ti, pero naturalmente después de que yo me la coma…
    
    El amigo de Jorge se acercó a mí y sin soltar su vaso de whisky me manoseó las tetas y luego la vagina, por un lado de la tanga, dejando deslizar uno de sus dedos adentro de mi y dedeándome (como dicen algunos hombres) varias veces sin quitar su morbosa mirada de mis tetas. Mientras tanto Jorge que estaba detrás de mí me acariciaba las nalgas y con una de sus manos buscó mi ano y haciendo para un lado el hilo de la tanga me acarició el ano y me penetró uno de sus dedos y también me dedeó varias veces. Gemí muy suave varias veces aunque mis gemidos se confundían con los de una película pornográfica que estaban viendo en el TV.
    
    Unos momentos después Jorge me hizo caminar varias veces frente a ellos simulando que yo estaba en una pasarela ...
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