Cita con Jorge el morboso
Fecha: 29/03/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Con una eyaculación era suficiente para él. Muchas veces en menos de una hora salía de su apartamento. Esta vez era casi lo mismo. La única diferencia era que estaba con un amigo, al que le estaba dando el regalo de tenerme.
Jorge se excitaba bastante rápido y siempre tenía que parar para descansar. Creo que unos 30 minutos después de haber entrado a su habitación, salí completamente desnuda para darle sexo a su amigo, que seguía sentado en el sillón pero que se había apuntado los pantalones. Seguía bebiendo whisky y estaba viendo una película porno. Yo entré a otro baño y me di una rápida ducha antes de ir a tener sexo con el amigo de Jorge. Salí del baño y fui a la sala donde estaba el hombre. El hombre cuando me vio llegar desnuda me miró con mucha lujuria y preguntó:
-ya terminaste con Jorge?
-Sí, ya terminé…
-pues entonces quiero que me lo sigas mamando pues tienes una boca muy suave... mamas muy rico… ni
Me arrodillé en medio de sus piernas y le volví a abrir el pantalón, pero esta vez se lo quité junto con los pantaloncillos, y lo ayudé a quedar completamente desnudo, pues todavía tenía su saco y su corbata puestos. El hombre cómodamente sentado en el sillón me miraba con mucho morbo y me acariciaba la cabeza mientras yo se lo mamaba. Le gustaba mucho que se lo mamara pues cuando yo trataba de descansar un poco me decía que siguiera mamándolo, que no me detuviera, que lo hacía rico. También me hizo lamer sus bolas y meterlas en mi boca de nuevo. De ...
... pronto dijo: "Jorge tiene razón, eres buena para mamar, pero todavía falta que me demuestres lo rica que eres por tu raja y tu culo. Seguí mamando a ese hombre varios minutos más hasta que me hizo sentar encima de él penetrándome por la vagina. Cabalgué muchos minutos sobre ese hombre, yo gemía bastante y me movía sosteniéndome por sus hombros, mientras él me miraba morboso, me manoseaba las tetas y las nalgas. Luego me hizo voltear pero seguir penetrada por la vagina y seguí cabalgando mucho. El amigo de Jorge resistía bastante. Me gustaba estar sentada allí encima. Yo gemía sin parar. Luego me hizo poner de nuevo que frente a él, pero esta vez quiso que me penetrara por el ano. Jorge ya me lo había dilatado suficiente por lo que fue fácil la penetración y simplemente empezarme a mover arriba y abajo. Luego de un rato de estar cabalgando sobre ese hombre y gimiendo siempre, me hizo poner en cuatro en el sillón y me penetró por el ano, muy fuerte y muy rápido, sin que yo dejara de gemir. No me soltaba de las caderas y me empujaba hacia él. Sus caderas golpeaban contra mis nalgas ruidosamente. Yo gemía sin parar y mis gemidos se confundían con los de la película porno. El amigo de Jorge seguía sin parar. Casi no me di cuenta cuando el hombre eyaculó. Yo estaba bastante excitada porque no había sentido orgasmo ni con Jorge ni con este hombre, pero me gustaba sentirlos teniendo sexo conmigo. El hombre se retiró y fue al baño. Mientras tanto volví a entrar a la habitación de Jorge, ...