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Posando para la foto y nada más.
Fecha: 01/04/2018, Categorías: Control mental, Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Rápidamente se puso la bombacha y el corpiño. Yo me quedé duro por unos segundos. Estaba ardiendo por dentro, me dolían los testículos y sentía que la verga me latía, como si tuviese una inflamación digna de una inyección de Diclofenac. Pensé en irme al baño a hacerme una paja pero junté coraje y me vestí a la misma velocidad que ella. Me acomodé la verga erecta en el pantalón. Cuando Fiamma estuvo lista, salimos de la habitación y después abandonamos el hotel. La acerqué hasta la esquina de su supuesta casa. No quiso revelarme la dirección exacta. Se despidió con otro beso en la mejilla, esta vez muy cerca de la comisura de los labios y cuando se bajó del auto me dijo: Gracias Luis, ojalá todos los hombres fuesen como vos. Durante los días siguientes le escribí por WhatsApp para ver cómo le había ido con su venganza. Tuve la tentación de pedirle que me compartiera alguna de las fotos que le saqué, pero me contuve. Fiamma ni siquiera me clavó el visto, ni leyó los mensajes. Me ignoró completamente. A veces pienso que no sólo se vengó de su novio, sino de los hombres en su totalidad. Tal vez su plan era más amplio y maquiavélico: someter a un macho a un proceso de control mental extremo, quebrantar su animalidad, bailar desnuda en el abismo de la tentación, menearle el culo al mismísimo diablo. El único consuelo que tengo es masturbarme aferrado a mis recuerdos de esa noche, mirando su perfil de WhatsApp y también esa foto tan hipnótica que me mandó en un principio, la de la mariposa tatuada justo en donde empieza la raya de la cola, como si fuese un insecto saliendo de su capullo.