1. Los casos de Berenice Vineyards (vol. 1)


    Fecha: 02/04/2018, Categorías: Incesto Autor: juliomarkov, Fuente: CuentoRelatos

    ... provocaron que el joven cayera nocaut con ambos ojos en compota.
    
    Cuando se disponía a pedir apoyo, la agente divisó lo que parecía ser la silueta de un hombre en la puerta de entrada. La luz del sol no le dejó identificar su rostro sino hasta que entró en la casa. Se trataba de un hombre grande, fornido, de unos 45 años, que resultó ser el padre del muchacho.
    
    –¡¡Qué le hiciste a mi hijo, hija de puta!! –blasfemó el fortachón antes de abalanzarse sobre Vineyards en busca de venganza.
    
    Berenice intentó explicarle sobre la conducta delictiva de su hijo mientras, con sus palmas hacia adelante, implorantes de calma, buscaba disuadirlo de su postura violenta. Pero al ver que el hombre no entraba en razón, decidió desistir de su actitud pacifista y, una vez que lo tuvo tiro, le soltó una andanada de puñetazos con una violencia tal que no permitió que el sorprendido hombre intentara algún gesto de defensa.
    
    Todos los golpes de la pequeña rubia impactaron en el rostro del grandote, que se desplomó quedando desmayado junto a su hijo. El padre, además de los ojos hinchados, tenía la nariz rota y varios dientes de menos.
    
    Sin que Vineyards se diera cuenta, otros dos hombres habían entrado en la casa. Se trataba del tío y el primo del chico. Esta pareja de padre-hijo era aún más grande y fornida que la anterior. El joven sujetó a Berenice por detrás inmovilizándola, mientras el hombre mayor quedó frente a ella. A esa altura, la pollerita de la agente ya había transpuesto ...
    ... –desde hacía rato– el punto crítico en su parte frontal, permitiendo ver una sexi bombachita bajo la forma de incipiente triangulito negro.
    
    El hombre que la enfrentaba le abrió la chaqueta violentamente y luego le desgarró la delicada camisa. La mayoría de los botones salieron volando en variadas direcciones. El abdomen de Vineyards quedó al descubierto al igual que sus grandes tetas cubiertas por un fino brasier negro. El sujeto le arrancó el brasier con vehemencia y las tetas de la petisa saltaron como dos gigantescas bolas en su pecho.
    
    El criminal le explicó –mientras le manoseaba las tetas– que todos ellos se dedicaban a arrimarles el bulto a las chicas allí donde hubiera amontonamiento. Que era una especie de tradición familiar.
    
    Berenice sintió la erección del joven en su cola. El chico clavó su carpa bajo la escueta y levantada faldita de la agente y se la levantó del todo dejándole a la rubia las nalgas a la vista (ya no sólo se sabía el color de la bombachita que usaba Vineyards, sino también que era una tanga mínima).
    
    –Sujétamela bien, es peligrosa –le dijo el hombre a su hijo pensando en venganza, pero quizá más en diversión.
    
    Entonces aprontó su potente brazo derecho y le propinó a Vineyards un furibundo puñetazo en el estómago. Luego le estampó otro, y otro más. Berenice acusaba los demoledores golpes con gemidos de dolor. Su abdomen estaba enrojeciendo. El grandote se entusiasmó y continuó castigando el estómago de Berenice con saña. Utilizaba sus dos ...
«12...101112...17»