Esther secuestrada de nuevo; a mi hermana le fascina el sexo anal - Relatos Eróticos

Esther secuestrada de nuevo; a mi hermana le fascina el sexo anal

... Mmmppfff. Mmmfff. gimió. Te gusta ser puta verdad??? Te encanta ser una zorra??? Sólo asintió. Me acerque a besar su boca y lamer la incipiente saliva que escurría por sus labios abiertos por la estopa que tenía metida en ella. Qué ricos labios tienes. Sabes a miel hermanita. Mmmfff. Hizo movimiento con la boca de querer escupir la estopa para hablar. Está bien, pero sin gritar. Asintió. Le saque la estopa toda mojada con su saliva. Que vas hacer conmigo??? Preguntó. Mis tres cómplices seguían ahí, observando nada más y haciéndose pajas mientras veían a mi hermana atada en el suelo. Siempre me has gustado Esther. Dije. Pero eres muy zorra, eres una adicta al sexo, y eso no me gusta. No es cierto!!!! Dijo. Aaaaayyyy!!!! Se estremeció. En un movimiento involuntario, su esfinter anal estaba tragando lentamente el trozo de palo que aún tenía metido en la cola. Seguí. Siempre me gustó verte tu cuerpo de mujer hermanita. Cómo ibas creciendo, desarrollándote, convirtiéndote en toda una señorita. Me hice pajas muchas veces con tu ropa, tus pantaletas olorosas a ti, cuando dormías en pura tanga y cuando usabas tus minifaldas dejando que todos te miraran el culo y yo sin poder cogerte y hacerte mi mujer. Pues bien, por eso el objeto de este secuestro. Ellos, dije, señalando a los tres hombres, solo tenían instrucciones de agasajarte y calentarte, y ahora así te vamos a dejar, con las ganas de ser cogida para que te vengas en seco pero sin disfrutar realmente un trozo de carne. No, por ...

... favor no hagan eso!!!!!!!! Exclamó Esther, intentando moverse. Aaaaaaayyyyyy!!!!!!!!!! Un gemido más profundo, pues con el movimiento repentino, el trozo de madera se había clavado más adentro en su culo. No pueden dejarme así!!!!!!!!! Una chica secuestrada siempre tiene que ser violada!!!!!!!!!! Soy tu hermana pero violame por favor!!!!!!!!!! Seré solo tuya!!!!!!! Saque dos penes de plástico con vibrador a pilas y empecé a accionarlos. No, Esther. Aunque tengo muchas ganas de cogerte, ahora no será así. Será en otra ocasión. Tú castigo será quedarte con las ganas. Me empecé a bajar los pantalones. Pero para que veas que soy compasivo, te dejare chuparmela y me vendré en tu boca pero necesitarás motivación. Sonreí. Esther no comprendió entonces. Me agache y le saque de un jalón el trozo de madera del culo. Aaaaaahhhh!!!!!!!!!! Gritó. Lubrique con mi saliva los consoladores y la levanté del suelo para sentarla en un WC, pero primero, introduje un consolador en su vagina y el otro se lo empujé por el ano. Nooooooo por favor!!!!!!!!! Alcanzó a decir antes de que los consoladores, ya encendidos, comenzaran a vibrar y a moverse en sus dos hoyos. Aaaaaahhhh!!!!!!!!! Aaaawwwww. Aaaaayyyy!!!!!!!!!!!! Saque mi verga, ya crecida y endurecida (verla en esa situación de zorra indefensa, toda guarra y pidiendo trozo a gritos francamente si me había ya calentado un buen) y se lo introduje en la boca para callarla. Comela toda, Esther!!!!!!!!! Ordené, tomándola de los cabellos para apoyarme ...