Esther secuestrada de nuevo; a mi hermana le fascina el sexo anal - Relatos Eróticos

Esther secuestrada de nuevo; a mi hermana le fascina el sexo anal

... mejor. Esther empezó a chupar, lamer, succionar, jalar. Chupar, lamer, succionar, jalar. Todo en movimientos repetidos y sincronizados como si su boca y su lengua siempre hubieran estado destinados para tal fin. De los cabellos la empujaba hacia mi, la alejaba, la jalaba; cuando la empujaba hacia mi miembro podía sentir mi cabeza llegando hasta su garganta y ver cómo sus mejillas se inflaban y compromiso según el movimiento y sus ojos ponerse casi en blanco, todo ello aunado a sus estremecimientos y gemidos ahogados por los orgasmos que le estaban provocando los consoladores en su papaya y en su cola. Con cada succionada que me daba con la boca podía sentir mi pene creciendo dentro de su boca al grado de ocupar todo el espacio dentro, su lengua moviéndose por debajo o encima de mi pene, y ríos de saliva escurrían de su boquita de experta mamadora. Aaaaagggggg. Mmmgggfffff. Aaaaaggghhhkkkk!!!!!! Oooommmffff!!!!! Era lo único que decía Esther. Al fin, pude sentir la venida caliente como se iba toda entera dentro de la boca de mi hermana. Cuando eso pasó, no retiré mi pene de su boca, sino que ahí se lo deje adentro para obligarla a beberse toda mi leche caliente. Le saque el pene de la boca y me subí el pantalón. Bueno Esther, eso ha sido todo. Sólo eso tendrás esta vez Nooooooo por favor!!!!!! Protestó. Quiero sexo anal!!!!!!!! Soy tu hermana puedes hacerme el sexo por la cola!!!!!!!! Saque un rollo de cinta gris y corte un pedazo. No Esther, será en otra ocasión, cuando yo ...

... quiera penetrarte por la cola. Ya te volveré a secuestrar, pero serás mi perra cuando yo lo quiera, ahora te dejare con las ganas. Le puse la cinta sobre la boca. Mmmmmppppfffff!!!!!!!!! Hizo Esther, y empezó a llorar de impotencia. Los consoladores seguían funcionando y vibrando dentro de su vagina y su ano. Ah por cierto, los consoladores tienen batería para varias horas eh!!!!!! Así que creo que tendrás muchos orgasmos todo lo que resta de la noche. Alguien te encontrará así mañana, toda mojada, sucia, hecha una zorra, y quizás tengas suerte. Vámonos. Ordene a mis acompañantes. Antes de irnos y dejar a Esther ahí, corte otro pedazo de cinta y lo coloque sobre sus ojos, para taparselos. Atada, amordazada y con los ojos vendados, aumentaría su sensibilidad a los estímulos y cualquiera podría violarla sin correr riesgo alguno. Ahí la dejaba para algún maleante que tuviera la suerte de violar a mi hermana. Mmmmmppppfffff!!!!!!!! Mmmmmppppfffff!!!!!!! Alcanzamos a escuchar cuando la dejamos ya. Horas después, luego de despachar a mis amigos, regrese al lugar. Era media madrugada, así que todo seguís tan solitario cómo cuando deje a Esther ahí en sentada en el baño del colegio. Despacio y sin hacer ruido me acerque lentamente a ella. Esther estaba semidesmayada, era evidente que la explosión de orgasmos que le habían provocado los vibradores en su vagina y cola la habían dejado agotada. Le saque los vibradores; al sentir como eran quitados de sus hoyos volvió repentinamente en si, ...